domingo, 1 de octubre de 2017

Solo quedarán los buenos momentos de ayer

  Decepción al revés. Existe?
  Capaz, (y seguro) la inventé yo, porque a veces lo que me pasa adentro es tanto que no hay palabra que lo defina del todo.
  Lamentablemente soy de las que espera lo peor de todos, no pensando mal pero sí siendo cautelosa. (O por lo menos hoy que es un domingo de lluvia y resaca lo siento así).
  Me lastimaron mucho, tanto que la manera de protegerme fue dejar de ofrecer mi confianza a cualquiera. Conservando una cierta distancia que solo unos pocos (y con mucho esfuerzo) logran pasar. Y quienes la pasan no se deben dar ni cuenta, pero yo espero lo peor para no decepcionarme, porque mi corazón ya no resistiría una sola decepción más. Prefiero pensar que era obvio que esa persona iba a actuar así, antes que pensar bien y llevarme un mal trago.
 Pero cuando se queda a bancarte alguien que no esperabas. Cuando te abraza en medio del caos total,  algo cambia.
  Porque me abrazaste? Los peores desastres naturales deben haber empezado así. Mis peores desastres naturales siempre empiezan así. Terremotos, tsunamis, huracánes.
  Decepción al revés. Sorprenderte de que alguien del que no esperabas nada, tenga un gesto lindo.
  Y que se quede hasta las 9 am escuchando tus mambos por mas de que está despierto desde temprano y tiene sueño.
  Y repetir 40 veces que no somos nada, porque hay que aclararlo para no confundir. Porque el mundo está tan lleno de gente de mierda o indiferente, y si alguien te da una mano ya interpretamos otra cosa.
 O capaz sólo lo repetimos tanto para convencernos a nosotros mismos de que no nos gustamos, que fueron un par de besos, que no significó nada. No??
  No somos nada. Una y otra vez. Marcando que estoy, que te banco, que contas conmigo, pero sin involucrarnos.
  Mis peores desastres naturales siempre empiezan igual, ya sé reconocerlos. No somos nada.
  Yo sólo sé que lo que rescato de mi noche de anoche es un abrazo y un "todo pasa" que llegaron en el momento justo y calmaron el quilombo que se me estaba armando adentro. Y lo demás es historia y anécdota de una noche bizarra. Y ya veremos como sigue, como avanza o como queda estancada. Pero, que importa? Seguro sólo fue culpa de las 24 hs que pasamos juntos viernes y sábado. Del estrés, el compañerismo, el alcohol. Fue culpa de todo menos de que nos gustemos. Porque no nos gustamos tanto, no? No somos nada. (y aunque no lo seas, podes contar conmigo).


((sentado en el suelo sin pensar que puedes contar conmigo))






No hay comentarios.:

Publicar un comentario