miércoles, 11 de octubre de 2017

Infierno de Inestabilidades

  "A veces los sentimientos nublan la razón y las decisiones, y al mismo tiempo, la razón arruina los sentimientos que hacen que la vida valga la pena." Sense8

   Soy un desastre de emociones, porque no las sé controlar. O bueno, no. En realidad lo que no sé controlar es mi cabeza, y todos los quilombos que arma al rededor de algo que es en realidad muy simple. Capaz por eso me cuesta tanto disfrutar sinceramente. Capaz por eso también me gustan tanto esos momentos en que la risa genuina se me escapa.
  Soy como una montaña rusa. Hoy arriba, mañana en lo más abajo. Con todos los condimentos que existen. Lágrimas, drama, miedo. Mucho pero mucho miedo.
  Puedo decir que tengo miedo a sufrir y eso es todo. Pero en realidad el mayor de todos es el miedo a que lo bueno termine. ¿Que miedo idiota, no? Pero estamos acostumbrados a eso, a que lo lindo siempre tiene final, que no es para siempre. Y quizá si nos relajáramos a disfrutar, si podría dudar. Vivimos tensos esperando la caída. Eso que la va a cagar. Y si nada la caga, vos mismo te ocupas de arruinarlo con tanto miedo.
  Miedo, miedo, miedo. Que palabra de mierda. O no, en realidad es sólo una palabra. Lo que es una mierda es sentirlo, sufrirlo. Yo casi siempre corro en círculos cuando me ataca. En mi cabeza, obvio. Grito, pataleo, me quiero arrancar todo el pelo. Y por fuera, quien me ve, es testigo de un auténtico zombie. Una mirada ausente, que en realidad está mirando para adentro, buscando en algún lugar una solución que nunca está ahí. Porque adentro todo es miedo.
  Pese a eso, siempre logro sobreponerme. Las tormentas aclaran el mundo como el llanto la vista. Y yo nunca salgo igual de una tormenta. Porque te revuelca por el piso, pero te enseña a levantarte. Y con la vista más clara, descubro que la salida siempre estuvo ahí, frente a mis ojos. Sólo tenía que estar lista para verla.
  ¿Qué? ¿Porqué te digo todo esto? a modo de advertencia, supongo. Porque soy un infierno de inestabilidades. Porque no siempre soy la chica linda, simpática y divertida. Me pierdo a cada rato y a veces me cuesta mucho encontrarme. Y en el medio, sin darme cuenta, puedo destruir todo a mi paso.
  Quiero advertírtelo porque tengo un miedo terrible a que te vayas, a que me dejes, a tener que arreglármelas sola. Y voy empujarte mil veces a vos cuando en realidad lo que quiero alejar es el miedo que me da darte el poder de lastimarme.
  Pero también te advierto otra cosa: empujar a los que quiero, es un método horrible, pero práctico. Es un filtro. Porque a quienes elijen quedarse a pesar de que hago todo para que se vayan, a esos no los suelto nunca más.
  Perdón, soy una cagada. Pero si logras sobrevivir conmigo a mis tormentas, también vas disfrutar conmigo de mis primaveras.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario