¿Qué es lo que está pasándome? Es que no lo entiendo.
domingo, 29 de octubre de 2017
No te convengo
Mi peor defecto es que puedo ser lo mejor y lo peor con la misma facilidad.
O quizá sea mi mejor virtud.
A esta altura solo sé que sos de frágil cristal en manos de una torpe cobarde.
Tengo así como manos de manteca, y siento que si doy un paso en falso te voy a partir en mil pedazos.
Es que cuando abrazas a alguien roto, solo tenes dos opciones: o lo arreglas, o te cortás. Y no estoy segura de querer que me des el poder de hacerte sangrar.
Algo de ego se debe esconder en eso, lo sé.
Me gusta más pensar que es inseguridad. Mereces más. Mereces aunque sea alguien que pueda darte el 100 porciento de lo que tiene. Alguien que no esté tan lleno de miedo.
Estoy llena de miedo. Porque sé mejor que nadie lo que duele un corazón roto, y de solo pensarte en mi lugar, doliendo lo que me duele a mí estar así, se me destroza el alma.
Solo mereces amor. Alguien que te haga reir, y esté ahí para vos cuando lo necesitás. Alguien que te cuide, no alguien a quien cuidar.
Quiero que me dejes de cuidar. Que dejes de ser tan incondicional, de darme tanto, de ser tan especial. Necesito que dejes de serlo, porque yo no puedo serlo para vos. Y eso me parte en dos.
No te convengo. Tengo tanto kilombo adentro que siento que nunca va a estar resuelto de todo. Lloro, me pierdo, me desgarro, me lastimo. Cuando es conmigo no pasa nada, pero ¿y si te desgarro, te lastimo a vos?
No me lo podría perdonar.
No me ames. No te enamores. No me cuides.
Salí corriendo antes de que sea tarde. Corré y ponete a salvo. (eso es lo que haría yo si pudiera escaparme de mí)
O quizá sea mi mejor virtud.
A esta altura solo sé que sos de frágil cristal en manos de una torpe cobarde.
Tengo así como manos de manteca, y siento que si doy un paso en falso te voy a partir en mil pedazos.
Es que cuando abrazas a alguien roto, solo tenes dos opciones: o lo arreglas, o te cortás. Y no estoy segura de querer que me des el poder de hacerte sangrar.
Algo de ego se debe esconder en eso, lo sé.
Me gusta más pensar que es inseguridad. Mereces más. Mereces aunque sea alguien que pueda darte el 100 porciento de lo que tiene. Alguien que no esté tan lleno de miedo.
Estoy llena de miedo. Porque sé mejor que nadie lo que duele un corazón roto, y de solo pensarte en mi lugar, doliendo lo que me duele a mí estar así, se me destroza el alma.
Solo mereces amor. Alguien que te haga reir, y esté ahí para vos cuando lo necesitás. Alguien que te cuide, no alguien a quien cuidar.
Quiero que me dejes de cuidar. Que dejes de ser tan incondicional, de darme tanto, de ser tan especial. Necesito que dejes de serlo, porque yo no puedo serlo para vos. Y eso me parte en dos.
No te convengo. Tengo tanto kilombo adentro que siento que nunca va a estar resuelto de todo. Lloro, me pierdo, me desgarro, me lastimo. Cuando es conmigo no pasa nada, pero ¿y si te desgarro, te lastimo a vos?
No me lo podría perdonar.
No me ames. No te enamores. No me cuides.
Salí corriendo antes de que sea tarde. Corré y ponete a salvo. (eso es lo que haría yo si pudiera escaparme de mí)
jueves, 26 de octubre de 2017
Corazón, es tan fácil quererte
Lo miro y no lo puedo creer. Bueno, en realidad yo sí, yo estoy segura; el que no está seguro es él. Y un poco de bronca me da porque si se viera con mis ojos dejaría de dudar. De preguntarse que vi en él.
Se lo explicaría mil veces, pero creo que nunca va a entenderlo, porque en su cabeza la pelotudes de que no es alguien interesante, tiene lógica. Que nada de lo que dice tiene importancia como para ser escuchado. ¿Quien le hizo creer eso? Yo quiero escucharlo todo, cada cosa que se le ocurre, cada cosa que analiza.
Porque tiene una sonrisa hermosa (con diente partido y todo) pero la parte más linda es lo que no se ve, o lo que cuesta un poco más ver. Porque es un poco cerrado, reservado, difícil de llegar. Pero cuando llegas, terminas atrapado por un mundo increíble, en el que te sentís entre algodones, porque no te deja recibir ni un rasguño, pero a la vez sos un super héroe que se lleva el mundo por delante, porque logra hacerte sentir fuerte. Muy fuerte.
Tiene ideas marcadas (quizá muy marcadas. Demasiado a veces) y aunque le cuesta un poco sacarlas a la luz, cuando lo hace es tan claro y seguro que parece mentira que sea tan poca su autoestima. Tiene ideales libres; cree en la igualdad, siempre está ahí para escucharte y ayudar. Te sostiene. Y da consejos que no son órdenes, sino reflexiones. Consejos que te dejan evaluando tus opciones para resolver lo que te pasa vos solito, pero con él al lado. Al pie del cañón.
Podría quedarme escuchandolo mil años sin aburrirme. Abrazada a su espalda, acariciandole el pelo. Viendo como le brillan los ojos cuando está demasiado distraído para acordarse del miedo, de sus dudas, de que se tiene que cerrar para protegerse.
Entonces me interrumpe:
- ¿En qué pensás? - dice
- Nada - le respondo. Y sonrío. Me convierto en él en un segundo, no por miedo, tampoco por inseguridad. Mi silencio tiene más que ver con que no lo entendería aunque se lo dijera mil veces. Porque no cree que es lindo, o no se da cuenta. Y una parte de que lo sea radica justamente en ese punto: no tiene idea de lo valioso que es.
Se lo explicaría mil veces, pero creo que nunca va a entenderlo, porque en su cabeza la pelotudes de que no es alguien interesante, tiene lógica. Que nada de lo que dice tiene importancia como para ser escuchado. ¿Quien le hizo creer eso? Yo quiero escucharlo todo, cada cosa que se le ocurre, cada cosa que analiza.
Porque tiene una sonrisa hermosa (con diente partido y todo) pero la parte más linda es lo que no se ve, o lo que cuesta un poco más ver. Porque es un poco cerrado, reservado, difícil de llegar. Pero cuando llegas, terminas atrapado por un mundo increíble, en el que te sentís entre algodones, porque no te deja recibir ni un rasguño, pero a la vez sos un super héroe que se lleva el mundo por delante, porque logra hacerte sentir fuerte. Muy fuerte.
Tiene ideas marcadas (quizá muy marcadas. Demasiado a veces) y aunque le cuesta un poco sacarlas a la luz, cuando lo hace es tan claro y seguro que parece mentira que sea tan poca su autoestima. Tiene ideales libres; cree en la igualdad, siempre está ahí para escucharte y ayudar. Te sostiene. Y da consejos que no son órdenes, sino reflexiones. Consejos que te dejan evaluando tus opciones para resolver lo que te pasa vos solito, pero con él al lado. Al pie del cañón.
Podría quedarme escuchandolo mil años sin aburrirme. Abrazada a su espalda, acariciandole el pelo. Viendo como le brillan los ojos cuando está demasiado distraído para acordarse del miedo, de sus dudas, de que se tiene que cerrar para protegerse.
Entonces me interrumpe:
- ¿En qué pensás? - dice
- Nada - le respondo. Y sonrío. Me convierto en él en un segundo, no por miedo, tampoco por inseguridad. Mi silencio tiene más que ver con que no lo entendería aunque se lo dijera mil veces. Porque no cree que es lindo, o no se da cuenta. Y una parte de que lo sea radica justamente en ese punto: no tiene idea de lo valioso que es.
miércoles, 25 de octubre de 2017
"Ella es tranquila pero sabe lo que es ponerse brava. Rompe todo si tocan a las personas que ama. Si la necesitan no hace falta nada, aparece con fuego en la mirada y entre sonrisas revuelve cenizas ajenas para encender una nueva llama. Ella no sueña solo en la cama, y se caga en quien la quiere sin ganas, en la quien la deja para mañana. Ella ríe a carcajadas, pero también llora por pavadas, y arruina madrugadas pensando en cosas malas. A veces no logra ver sus alas, pero sabe siempre que la vida puede ser mejor que un cuento de hadas. Que no vale la pena rendirse por nadie, ni por nada. Ella es linda hasta con el alma rota, solo hay verdades en su boca. Es real, no busca ser como otras. De lejos parece normal pero de cerca está completamente loca. Se ilusiona sin barreras, y amá de mil maneras. Sabe que puede doler, pero igual se entrega entera."
- Nicolás Andreoli
sábado, 21 de octubre de 2017
Contradictorio
Ayer estaba volviendo a mi casa a eso de las 6 am. Había salido con amigos y solo quería llegar a dormir. Estaba cansada, pero manejar siempre me mantiene atenta. Llegue a una esquina peligrosa en la que los semáforos no andaban y frené por inercia, como lo hago siempre para poder ver que no viene nadie. Pero venía. Una moto cruzó a una velocidad muy rápida, y a mi izquierda pasó una camioneta a una velocidad todavía más rápida. No puedo describir muy bien lo que sentí.
Vi volar a la moto, y a una persona. Un chico.
La moto no era roja. El chico no era rubio. Y no estábamos en 7 y 524. Pero algo dentro mío volvió a quebrarse sin ruido, pero con estruendo. ¿Porqué? ¿Porqué tuve que ver algo como eso?
Me da mucha bronca, pero cada vez me acostumbro más a la idea de que esto va a dolerme para siempre, que no voy a poder subirme una moto nunca más a pesar de que me encantaban. Que voy a tener miedo cada vez que alguien me diga que vuelve a casa en una, que el hueco que dejó en mi vida nunca se va a llenar. Que voy a estar rota para siempre.
Me duele el cuerpo. La cabeza, la espalda, el cuello. Me duele todo, me duele el alma. Me duele el tiempo que corre y frena. Me duele no poder cambiar lo que me pasó. Lo que le pasó. Porque cambiaría el haberlo conocido por que nunca le hubiera pasado esto. Por que preferiría verlo desde lejos pero sano y salvo.
Siento que adentro mio tironean dos fuerzas que no sé como callar. Dos fuerzas que sé nunca se van a callar. Que siempre van a gritar que hubiera pasado si... que hubiera pasado si nada pasaba. Quien sería yo, quien sería él, dónde estaríamos. ¿Estaríamos juntos?
Me duele todo, pero más que nada el tener que seguir adelante con mi vida. Porque sé que lo merezco, pero ¿cuanto valor se necesita? Peleo todos los días contra las ganas de rendirme al dolor que tengo. Rendirme al pozo oscuro. Quedarme tirada en el fondo hecha un ovillo, y que la vida pase. Que me pase de largo, que me ignore, que me deje en paz. Que todo siga girando sin mí porque yo no tengo fuerzas para seguir.
No quiero estar con él. Puede que a veces lo extrañe, pero es más una melancolía. Y aún así no me deja de doler ese maldito accidente. Ese maldito 16 de agosto que me cambió tanto. A mi, a mi mundo, a mi vida.
Siento a cada rato que no lo voy a lograr, pero agacho la cabeza y sigo. Aguanto el tirón, el dolor, el desgarre. Aguanto, soporto y sigo. Porque no me enseñaron de otra forma, porque no lo sé hacer de otra manera. Porque aunque quisiera nunca sería capaz de rendirme. Pero duele a cada rato. Duele mucho. Por dios, quiero que me deje de doler.
.si no me rompo es solo porque pongo empeño.
Vi volar a la moto, y a una persona. Un chico.
La moto no era roja. El chico no era rubio. Y no estábamos en 7 y 524. Pero algo dentro mío volvió a quebrarse sin ruido, pero con estruendo. ¿Porqué? ¿Porqué tuve que ver algo como eso?
Me da mucha bronca, pero cada vez me acostumbro más a la idea de que esto va a dolerme para siempre, que no voy a poder subirme una moto nunca más a pesar de que me encantaban. Que voy a tener miedo cada vez que alguien me diga que vuelve a casa en una, que el hueco que dejó en mi vida nunca se va a llenar. Que voy a estar rota para siempre.
Me duele el cuerpo. La cabeza, la espalda, el cuello. Me duele todo, me duele el alma. Me duele el tiempo que corre y frena. Me duele no poder cambiar lo que me pasó. Lo que le pasó. Porque cambiaría el haberlo conocido por que nunca le hubiera pasado esto. Por que preferiría verlo desde lejos pero sano y salvo.
Siento que adentro mio tironean dos fuerzas que no sé como callar. Dos fuerzas que sé nunca se van a callar. Que siempre van a gritar que hubiera pasado si... que hubiera pasado si nada pasaba. Quien sería yo, quien sería él, dónde estaríamos. ¿Estaríamos juntos?
Me duele todo, pero más que nada el tener que seguir adelante con mi vida. Porque sé que lo merezco, pero ¿cuanto valor se necesita? Peleo todos los días contra las ganas de rendirme al dolor que tengo. Rendirme al pozo oscuro. Quedarme tirada en el fondo hecha un ovillo, y que la vida pase. Que me pase de largo, que me ignore, que me deje en paz. Que todo siga girando sin mí porque yo no tengo fuerzas para seguir.
No quiero estar con él. Puede que a veces lo extrañe, pero es más una melancolía. Y aún así no me deja de doler ese maldito accidente. Ese maldito 16 de agosto que me cambió tanto. A mi, a mi mundo, a mi vida.
Siento a cada rato que no lo voy a lograr, pero agacho la cabeza y sigo. Aguanto el tirón, el dolor, el desgarre. Aguanto, soporto y sigo. Porque no me enseñaron de otra forma, porque no lo sé hacer de otra manera. Porque aunque quisiera nunca sería capaz de rendirme. Pero duele a cada rato. Duele mucho. Por dios, quiero que me deje de doler.
.si no me rompo es solo porque pongo empeño.
jueves, 19 de octubre de 2017
lunes, 16 de octubre de 2017
'cause i see sparks fly whenever you smile
"Porque sí, ¿a quien no le gustaría esa sonrisa?"
Yo me pregunto, ¿a quién no le gustaría la tuya?
La primera vez que nos vimos volví a mi casa con una canción en la cabeza que tuve la necesidad de twittear. Fue loco, porque no pude dejar de cantarla una y otra vez, y ahora esa canción le pertenece porque cada vez que la escucho no puedo pensar en otra persona.
Nos cuesta creer en lo bueno, o al menos a mi me cuesta bastante. Porque nunca antes me pasó, y es difícil creer en eso que no viviste. Y a mi cuesta creer que por fin alguien bueno se cruzó en mi camino. Y que me gusta, me encanta como es.
Me pasaría todo el día con él, hablando de esas cosas que a casi nadie le interesa. Perdiéndonos en discusiones sin sentido sobre temas universales sin llegar a ninguna parte. Lo abrazaría hasta cansarme (aunque creo que nunca me voy a cansar). Los abrazos siempre me parecieron incómodos, difíciles. Los suyos tienen una mezcla rara y hermosa entre suaves y fuertes, sutiles y llenos de valor.
Creo que me está gustando demasiado pasar todo mi tiempo juntos. Con su pelo platinado, sus hoyuelos y su diente apenas partido. Con todo eso que lo hace ser él, y que por eso me gusta. Porque estoy casi segura que el pelo platinado no le quedaría bien a nadie más.
Y un poco de bronca me da que no vea todo lo que yo veo en él. Porque al fin y al cabo, estamos en la misma. Viendo en el otro todo eso que nos gusta, todo eso que nos da miedo, todo eso que no podemos creer que sea verdad.
Nos falta relajarnos. Relajarnos y disfrutar de lo que nos está pasando. Dejar de pensar en la edad, las circunstancias, en el miedo. Dejar de pensar en todo y ser felices.
Yo me pregunto, ¿a quién no le gustaría la tuya?
La primera vez que nos vimos volví a mi casa con una canción en la cabeza que tuve la necesidad de twittear. Fue loco, porque no pude dejar de cantarla una y otra vez, y ahora esa canción le pertenece porque cada vez que la escucho no puedo pensar en otra persona.
Nos cuesta creer en lo bueno, o al menos a mi me cuesta bastante. Porque nunca antes me pasó, y es difícil creer en eso que no viviste. Y a mi cuesta creer que por fin alguien bueno se cruzó en mi camino. Y que me gusta, me encanta como es.
Me pasaría todo el día con él, hablando de esas cosas que a casi nadie le interesa. Perdiéndonos en discusiones sin sentido sobre temas universales sin llegar a ninguna parte. Lo abrazaría hasta cansarme (aunque creo que nunca me voy a cansar). Los abrazos siempre me parecieron incómodos, difíciles. Los suyos tienen una mezcla rara y hermosa entre suaves y fuertes, sutiles y llenos de valor.
Creo que me está gustando demasiado pasar todo mi tiempo juntos. Con su pelo platinado, sus hoyuelos y su diente apenas partido. Con todo eso que lo hace ser él, y que por eso me gusta. Porque estoy casi segura que el pelo platinado no le quedaría bien a nadie más.
Y un poco de bronca me da que no vea todo lo que yo veo en él. Porque al fin y al cabo, estamos en la misma. Viendo en el otro todo eso que nos gusta, todo eso que nos da miedo, todo eso que no podemos creer que sea verdad.
Nos falta relajarnos. Relajarnos y disfrutar de lo que nos está pasando. Dejar de pensar en la edad, las circunstancias, en el miedo. Dejar de pensar en todo y ser felices.
miércoles, 11 de octubre de 2017
Infierno de Inestabilidades
"A veces los sentimientos nublan la razón y las decisiones, y al mismo tiempo, la razón arruina los sentimientos que hacen que la vida valga la pena." Sense8
Soy un desastre de emociones, porque no las sé controlar. O bueno, no. En realidad lo que no sé controlar es mi cabeza, y todos los quilombos que arma al rededor de algo que es en realidad muy simple. Capaz por eso me cuesta tanto disfrutar sinceramente. Capaz por eso también me gustan tanto esos momentos en que la risa genuina se me escapa.
Soy como una montaña rusa. Hoy arriba, mañana en lo más abajo. Con todos los condimentos que existen. Lágrimas, drama, miedo. Mucho pero mucho miedo.
Puedo decir que tengo miedo a sufrir y eso es todo. Pero en realidad el mayor de todos es el miedo a que lo bueno termine. ¿Que miedo idiota, no? Pero estamos acostumbrados a eso, a que lo lindo siempre tiene final, que no es para siempre. Y quizá si nos relajáramos a disfrutar, si podría dudar. Vivimos tensos esperando la caída. Eso que la va a cagar. Y si nada la caga, vos mismo te ocupas de arruinarlo con tanto miedo.
Miedo, miedo, miedo. Que palabra de mierda. O no, en realidad es sólo una palabra. Lo que es una mierda es sentirlo, sufrirlo. Yo casi siempre corro en círculos cuando me ataca. En mi cabeza, obvio. Grito, pataleo, me quiero arrancar todo el pelo. Y por fuera, quien me ve, es testigo de un auténtico zombie. Una mirada ausente, que en realidad está mirando para adentro, buscando en algún lugar una solución que nunca está ahí. Porque adentro todo es miedo.
Pese a eso, siempre logro sobreponerme. Las tormentas aclaran el mundo como el llanto la vista. Y yo nunca salgo igual de una tormenta. Porque te revuelca por el piso, pero te enseña a levantarte. Y con la vista más clara, descubro que la salida siempre estuvo ahí, frente a mis ojos. Sólo tenía que estar lista para verla.
¿Qué? ¿Porqué te digo todo esto? a modo de advertencia, supongo. Porque soy un infierno de inestabilidades. Porque no siempre soy la chica linda, simpática y divertida. Me pierdo a cada rato y a veces me cuesta mucho encontrarme. Y en el medio, sin darme cuenta, puedo destruir todo a mi paso.
Quiero advertírtelo porque tengo un miedo terrible a que te vayas, a que me dejes, a tener que arreglármelas sola. Y voy empujarte mil veces a vos cuando en realidad lo que quiero alejar es el miedo que me da darte el poder de lastimarme.
Pero también te advierto otra cosa: empujar a los que quiero, es un método horrible, pero práctico. Es un filtro. Porque a quienes elijen quedarse a pesar de que hago todo para que se vayan, a esos no los suelto nunca más.
Perdón, soy una cagada. Pero si logras sobrevivir conmigo a mis tormentas, también vas disfrutar conmigo de mis primaveras.
Soy un desastre de emociones, porque no las sé controlar. O bueno, no. En realidad lo que no sé controlar es mi cabeza, y todos los quilombos que arma al rededor de algo que es en realidad muy simple. Capaz por eso me cuesta tanto disfrutar sinceramente. Capaz por eso también me gustan tanto esos momentos en que la risa genuina se me escapa.
Soy como una montaña rusa. Hoy arriba, mañana en lo más abajo. Con todos los condimentos que existen. Lágrimas, drama, miedo. Mucho pero mucho miedo.
Puedo decir que tengo miedo a sufrir y eso es todo. Pero en realidad el mayor de todos es el miedo a que lo bueno termine. ¿Que miedo idiota, no? Pero estamos acostumbrados a eso, a que lo lindo siempre tiene final, que no es para siempre. Y quizá si nos relajáramos a disfrutar, si podría dudar. Vivimos tensos esperando la caída. Eso que la va a cagar. Y si nada la caga, vos mismo te ocupas de arruinarlo con tanto miedo.
Miedo, miedo, miedo. Que palabra de mierda. O no, en realidad es sólo una palabra. Lo que es una mierda es sentirlo, sufrirlo. Yo casi siempre corro en círculos cuando me ataca. En mi cabeza, obvio. Grito, pataleo, me quiero arrancar todo el pelo. Y por fuera, quien me ve, es testigo de un auténtico zombie. Una mirada ausente, que en realidad está mirando para adentro, buscando en algún lugar una solución que nunca está ahí. Porque adentro todo es miedo.
Pese a eso, siempre logro sobreponerme. Las tormentas aclaran el mundo como el llanto la vista. Y yo nunca salgo igual de una tormenta. Porque te revuelca por el piso, pero te enseña a levantarte. Y con la vista más clara, descubro que la salida siempre estuvo ahí, frente a mis ojos. Sólo tenía que estar lista para verla.
¿Qué? ¿Porqué te digo todo esto? a modo de advertencia, supongo. Porque soy un infierno de inestabilidades. Porque no siempre soy la chica linda, simpática y divertida. Me pierdo a cada rato y a veces me cuesta mucho encontrarme. Y en el medio, sin darme cuenta, puedo destruir todo a mi paso.
Quiero advertírtelo porque tengo un miedo terrible a que te vayas, a que me dejes, a tener que arreglármelas sola. Y voy empujarte mil veces a vos cuando en realidad lo que quiero alejar es el miedo que me da darte el poder de lastimarme.
Pero también te advierto otra cosa: empujar a los que quiero, es un método horrible, pero práctico. Es un filtro. Porque a quienes elijen quedarse a pesar de que hago todo para que se vayan, a esos no los suelto nunca más.
Perdón, soy una cagada. Pero si logras sobrevivir conmigo a mis tormentas, también vas disfrutar conmigo de mis primaveras.
lunes, 9 de octubre de 2017
Hoy cuando te dije que hacía dos semanas estaba como el orto, me preguntaste "¿ahora no estas como el orto?" y te respondí que no. Y no te mentí, pero si omití lo que seguía en esa oración.
Cuando estoy con vos me olvido que estoy triste. Y fueron sólo dos semanas, y es justamente eso lo que me impidió decirlo. Es eso a lo que me refería cuando dije "que loco, no?".
No debes tener idea (o capaz sí, porque a mí me cuesta un poco disimular cuando estoy con vos), pero me devolviste la sonrisa. La genuina. En este tiempo de mierda en el que me conociste, me la pasé obligándome a sonreír, y mentirle a casi todos sólo para no tener que explicar los porqué del llanto. Porque me cuesta ser genuina, y porque no me gusta hablar cuando estoy mal. Pero vos en dos semanas lograste que mis filtros desaparecieran, y no sé bien porqué pero siento que te puedo decir cualquier cosa.
Me devolviste las ganas de estar abrazada a alguien todo el día. De caminar de la mano, reír a carcajadas, mostrarme como soy. Me diste el apoyo que necesitaba para llevar a cabo esa decisión que había tomado hace tanto pero que no me anima a enfrentar. Y desde que lo hice todo es medio un quilombo de emociones encontradas de tristeza y felicidad, pero siento como me ayudas a sostenerme y el peso del mundo en realidad no es tan pesado.
Todavía no puedo entender como hiciste todo en dos semanas, pero me cabe igual. No entiendo como fue tan rápido, tan real, tan lindo. Siento que cuento con vos pese a todo, y no hay cosa más linda.
Esto es un gracias enorme y con letras brillantes. Me devolviste las ganas de sonreír. Y para alguien como yo que lloró por tanto tiempo, creeme que no hay cosa mejor.
Cuando estoy con vos me olvido que estoy triste. Y fueron sólo dos semanas, y es justamente eso lo que me impidió decirlo. Es eso a lo que me refería cuando dije "que loco, no?".
No debes tener idea (o capaz sí, porque a mí me cuesta un poco disimular cuando estoy con vos), pero me devolviste la sonrisa. La genuina. En este tiempo de mierda en el que me conociste, me la pasé obligándome a sonreír, y mentirle a casi todos sólo para no tener que explicar los porqué del llanto. Porque me cuesta ser genuina, y porque no me gusta hablar cuando estoy mal. Pero vos en dos semanas lograste que mis filtros desaparecieran, y no sé bien porqué pero siento que te puedo decir cualquier cosa.
Me devolviste las ganas de estar abrazada a alguien todo el día. De caminar de la mano, reír a carcajadas, mostrarme como soy. Me diste el apoyo que necesitaba para llevar a cabo esa decisión que había tomado hace tanto pero que no me anima a enfrentar. Y desde que lo hice todo es medio un quilombo de emociones encontradas de tristeza y felicidad, pero siento como me ayudas a sostenerme y el peso del mundo en realidad no es tan pesado.
Todavía no puedo entender como hiciste todo en dos semanas, pero me cabe igual. No entiendo como fue tan rápido, tan real, tan lindo. Siento que cuento con vos pese a todo, y no hay cosa más linda.
Esto es un gracias enorme y con letras brillantes. Me devolviste las ganas de sonreír. Y para alguien como yo que lloró por tanto tiempo, creeme que no hay cosa mejor.
viernes, 6 de octubre de 2017
I'll do what it takes till I touch the sky [haré lo que sea para poder tocar el cielo]
And I'll make a wish, take a chance, make a change [pediré un deseo, me arriesgaré, haré un cambio]
And breakaway [y escaparé]
Out of the darkness and into the sun [fuera de la oscuridad, y dentro del sol]
But, I won't forget all the ones that I love [pero sin olvidar a los que amo]
I'll take a risk, take a chance, make a change [tomaré el riesgo, me arriesgaré, haré un cambio]
And breakaway [Y ESCAPARÉ]
jueves, 5 de octubre de 2017
Estoy segura de que el tiempo no existe.
¿Que es el amor? ¿Qué es verdad y qué no?
¿Que es el amor? ¿Qué es verdad y qué no?
Yo ya no creo
La parte que nadie entendería es que necesitaba (todavía necesito) vaciarme completamente. Del llanto, del rencor, los enojos y el dolor. Limpiar todo, sacarlo afuera. Y que fue una semana complicada, pero con final feliz. Como con todo. Porque todo estará bien al final. [y si no lo está es porque aún no es el final]
no creo en el azar
Acabo de tener un dejà vú en el que me veía escribiendo sobre esto. Sobre que aunque me cuesta decirlo en voz alta, la parte de mí en la que vos estás, se fue con esa limpieza. Con esta semana complicada. Y aunque sé que todos los días de vida que me restan voy a seguir depurando con amor eso que dejaste en mi, por primera vez en todo este tiempo siento que ya no hay más. No hay más que esto. Tenemos que soltarnos, corazón. Ya no somos tal para cual.
((nada más todo esto tenía que pasar))
Me quedo con lo lindo. Con tu risa, tus abrazos, tus caras locas, tus chistes y tu hermosa manera de terminar los enojos con risas. Fuiste lo mejor, y te estoy tan agradecida. Me cambiaste la vida. Me cambiaste entera. Tuve que llenarme de fuerza por vos, tuve que salir a pelearla a capa y espada, y no me arrepiento de nada.
Aprendí lo que es dar todo por amor. Aprendí lo que es amar más allá de todo, del mundo, del qué dirán, del maldito futuro, de los malos pronósticos. Más allá de la palabra siempre. Porque te voy a amar para siempre aunque justo ahora no siga eligiendo un camino con vos. Porque para mí el amor no tiene tiempo, y esto es desde siempre y para siempre.
Lamento mucho de lo que nos pasó, mucho en lo que nos equivocamos. Pero me quedo tranquila porque eso nos hizo lo que somos hoy. Ojalá sonrías tanto como lo hago yo cuando pienso en vos. Cuando me acuerdo que fuiste mi compañero codo a codo en tus peores momentos. Ojalá te llenes de orgullo como lo hago yo cuando pienso en que tenías todas para perder e igual elegiste seguir.
No me arrepiento de nada. Fuimos amor puro, y eso no se olvida, queda en la piel.
Seguiremos codo a codo el tiempo que me lo permitas, porque en esta estamos juntos hasta el final, pero ahora nos toca desde otro lado. Hoy me toca a mi desde otro lugar, porque somos cambio, y yo estoy cambiando de rumbo. Ojalá algún día lo entiendas.
Te amo para siempre, mi amor loco, intenso, gede y único.
Quizá el tiempo nos cure, o quizá siempre andemos medio rotos, pensando en que podría haber sido si nada pasaba. Hoy siento que sólo esto nos podía pasar, porque los dos necesitábamos crecer. Y llevarnos adentro esta historia a medio terminar de amor y dolor. Gracias otra vez, y perdón si sentis que te estoy fallando. (Pero creo que el tiempo va a darme la razón).
domingo, 1 de octubre de 2017
Solo quedarán los buenos momentos de ayer
Decepción al revés. Existe?
Capaz, (y seguro) la inventé yo, porque a veces lo que me pasa adentro es tanto que no hay palabra que lo defina del todo.
Lamentablemente soy de las que espera lo peor de todos, no pensando mal pero sí siendo cautelosa. (O por lo menos hoy que es un domingo de lluvia y resaca lo siento así).
Me lastimaron mucho, tanto que la manera de protegerme fue dejar de ofrecer mi confianza a cualquiera. Conservando una cierta distancia que solo unos pocos (y con mucho esfuerzo) logran pasar. Y quienes la pasan no se deben dar ni cuenta, pero yo espero lo peor para no decepcionarme, porque mi corazón ya no resistiría una sola decepción más. Prefiero pensar que era obvio que esa persona iba a actuar así, antes que pensar bien y llevarme un mal trago.
Pero cuando se queda a bancarte alguien que no esperabas. Cuando te abraza en medio del caos total, algo cambia.
Porque me abrazaste? Los peores desastres naturales deben haber empezado así. Mis peores desastres naturales siempre empiezan así. Terremotos, tsunamis, huracánes.
Decepción al revés. Sorprenderte de que alguien del que no esperabas nada, tenga un gesto lindo.
Y que se quede hasta las 9 am escuchando tus mambos por mas de que está despierto desde temprano y tiene sueño.
Y repetir 40 veces que no somos nada, porque hay que aclararlo para no confundir. Porque el mundo está tan lleno de gente de mierda o indiferente, y si alguien te da una mano ya interpretamos otra cosa.
O capaz sólo lo repetimos tanto para convencernos a nosotros mismos de que no nos gustamos, que fueron un par de besos, que no significó nada. No??
No somos nada. Una y otra vez. Marcando que estoy, que te banco, que contas conmigo, pero sin involucrarnos.
Mis peores desastres naturales siempre empiezan igual, ya sé reconocerlos. No somos nada.
Yo sólo sé que lo que rescato de mi noche de anoche es un abrazo y un "todo pasa" que llegaron en el momento justo y calmaron el quilombo que se me estaba armando adentro. Y lo demás es historia y anécdota de una noche bizarra. Y ya veremos como sigue, como avanza o como queda estancada. Pero, que importa? Seguro sólo fue culpa de las 24 hs que pasamos juntos viernes y sábado. Del estrés, el compañerismo, el alcohol. Fue culpa de todo menos de que nos gustemos. Porque no nos gustamos tanto, no? No somos nada. (y aunque no lo seas, podes contar conmigo).
Capaz, (y seguro) la inventé yo, porque a veces lo que me pasa adentro es tanto que no hay palabra que lo defina del todo.
Lamentablemente soy de las que espera lo peor de todos, no pensando mal pero sí siendo cautelosa. (O por lo menos hoy que es un domingo de lluvia y resaca lo siento así).
Me lastimaron mucho, tanto que la manera de protegerme fue dejar de ofrecer mi confianza a cualquiera. Conservando una cierta distancia que solo unos pocos (y con mucho esfuerzo) logran pasar. Y quienes la pasan no se deben dar ni cuenta, pero yo espero lo peor para no decepcionarme, porque mi corazón ya no resistiría una sola decepción más. Prefiero pensar que era obvio que esa persona iba a actuar así, antes que pensar bien y llevarme un mal trago.
Pero cuando se queda a bancarte alguien que no esperabas. Cuando te abraza en medio del caos total, algo cambia.
Porque me abrazaste? Los peores desastres naturales deben haber empezado así. Mis peores desastres naturales siempre empiezan así. Terremotos, tsunamis, huracánes.
Decepción al revés. Sorprenderte de que alguien del que no esperabas nada, tenga un gesto lindo.
Y que se quede hasta las 9 am escuchando tus mambos por mas de que está despierto desde temprano y tiene sueño.
Y repetir 40 veces que no somos nada, porque hay que aclararlo para no confundir. Porque el mundo está tan lleno de gente de mierda o indiferente, y si alguien te da una mano ya interpretamos otra cosa.
O capaz sólo lo repetimos tanto para convencernos a nosotros mismos de que no nos gustamos, que fueron un par de besos, que no significó nada. No??
No somos nada. Una y otra vez. Marcando que estoy, que te banco, que contas conmigo, pero sin involucrarnos.
Mis peores desastres naturales siempre empiezan igual, ya sé reconocerlos. No somos nada.
Yo sólo sé que lo que rescato de mi noche de anoche es un abrazo y un "todo pasa" que llegaron en el momento justo y calmaron el quilombo que se me estaba armando adentro. Y lo demás es historia y anécdota de una noche bizarra. Y ya veremos como sigue, como avanza o como queda estancada. Pero, que importa? Seguro sólo fue culpa de las 24 hs que pasamos juntos viernes y sábado. Del estrés, el compañerismo, el alcohol. Fue culpa de todo menos de que nos gustemos. Porque no nos gustamos tanto, no? No somos nada. (y aunque no lo seas, podes contar conmigo).
((sentado en el suelo sin pensar que puedes contar conmigo))
Suscribirse a:
Entradas (Atom)