Siempre tuve ese problema que la mayoría de las mujeres tenemos: elijo al que me hace mal. Todas nos enamoramos, lloramos y sufrimos por un pelotudo, pero para la mayoría es solo uno. A mi no me pasa solo con uno, todos son pelotudos. Y el que no lo es, me aburre a la semana. El flaco puede ser divino, tierno, sincero, pero a mi ese tipo de cosas me aburren. Es como si necesitara de esa confusión, esa angustia, esos problemas estúpidos que solo un pelotudo puede generar. ¿Masoquismo? Para mi va mas allá de eso.
Crecí viendo películas de Disney, películas hermosamente cursis, en las que el príncipe azul es totalmente perfecto. Bueno, mi príncipe azul es casi todo lo contrario, es mas bien un protagonista de comedia romántica, en la que la historia de amor esta, el chico también, pero en la que el flaco se manda la de su vida y tira todo a la mierda. El problema es que en las películas existe el "dos meses después..." y ahí llega la reconciliación y el final feliz de cuento.
A mi me pasan los meses y la reconciliación no llega. (Ni hablar del final feliz) Y se muy bien que es porque siempre termino eligiendo al que no quiere novia, al que es pirata, al que tiene novia y por mas de que jure dejarla, miente.
¿Destinada al deshamor?
No sé cual es la razón de trasfondo, solo sé que nunca tuve un amor correspondido. Y suena muy triste a mis casi 19 años. Nunca alguien de quien yo estuve enamorada, se enamoró de mí. Y lo más loco es que no pierdo esperanzas, sé que algún día va a llegar un pelotudo que SI vuelva después de dos meses con una caja de chocolates pidiendo perdón. Supongo que sucederá cuando tenga que suceder.
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