lunes, 27 de abril de 2020

  Me sigo preguntando a mi misma que expresión pondré al mirarlo, y cómo en mi intento de sonrisa no se nota lo mucho que me esfuerzo por no parecer una tonta. Todavía me cuesta creer que lo que pienso no se me escapa por los poros. Casi digo varias veces que lindo que sos, casi se me escapa. Pensé que desviar la mirada era mi mejor opción para que no se note que amo verlo sonreír y cantar con la música que le gusta, pero igual se dá cuenta. Y entonces yo vuelvo a preguntarme como puede pensar que quiero que cambie la música, como puede no darse cuenta, ¿cómo?
   ¿Como puedo guardarme todo aún cuando quiero gritarlo? 
    Me cuesta expresar, pero me resulta sencillo escribir. 
    Que lindo que sos. 

jueves, 23 de abril de 2020

Taylor

  Durante este verano, y también últimamente, estuve más fan de Taylor que de costumbre. O sea, no es que sea una novedad que la amo si la escucho desde hace casi 10 años, pero este ultimo tiempo no escucho otra cosa que no sean sus canciones. Al principio creí que era sólo porque sacó un nuevo disco (que dicho sea de paso es uno de los mejores de su carrera, por no decir el mejor), pero hoy mientras me bañaba escuchando Reputation me di cuenta de algo que vengo sintiendo hace mucho. Siempre me sentí bastante identificada con su manera de ver las relaciones, y en ese sentido Red era mi álbum favorito justamente por las canciones en las que describe el amor como algo incontrolable, inevitable, intenso y totalmente destructivo. El amor siempre había sido eso para mí, eso que te mata y te mantiene vivo al mismo tiempo, que te lastima porque es demasiado fuerte pero que igual no podes dejar de desear. Desear ser destruido. Canté a los gritos su canción red, y fue durante mucho tiempo también mi canción favorita. Un amor burning red, rojo ardiente que te quema hasta los huesos. Mi otra favorita era the way loved you en donde cuenta como el amor sano y tranquilo le resulta insuficiente comparado con ese amor que parecía destruirla. Y yo creía eso, creía que lo intenso te rompía en mil formas pero que en contra parte sólo existía un amor que no te rompía pero que tampoco te hacía sentir nada, y que romperte era el precio por sentir.
 Breakin' down and coming undone (rompiendonos y desashiendonos) 
It's a roller-coaster kinda rush (es una montaña rusa un poco rápida) 
And I never knew I could feel that much (nunca pensé que podía sentir tanto) 
And that's the way I loved you (y así es como te amaba). 
  Ese mismo disco tiene la obra de arte que es All to well y que resume bastante bien lo que sentía cada vez que el corazón se me rompía en mil pedazos por que mis propias expectativas no se cumplían, porque el amor no era lo que yo esperaba y cómo sentir tanto me dejaba tan tumbada y agotada de intentar que funcionara. Me costó bastante ver que el amor no se trata de hacer que funcione, que no es una máquina y que de ninguna manera debería ser esforzarse, soportar, aguantar, llorar y romperse. El amor no debería romperme, y lo que alguna vez llamé (y celebré) como intensidad, era en realidad sólo un vínculo insano. Hoy puedo verlo, mis ideas de amor románticas me mantenían cautiva de relaciones en las que no me veía retribuida en nada. 
  Este verano cuando el álbum Lover llegó, yo estaba demasiado destruida. Otra de mis relaciones románticas, intensas e insanas se había terminado pero por alguna razón no encontraba refugio en esas canciones que guardaban ideas de un amor que te rompe hasta el alma pero que igual manera vale la pena. No, esa Taylor ya no me identifica. No creo que nadie valga mi alma, no creo que nadie merezca que yo me rompa solo para sentir amor. El amor tiene que ser algo más, es lo que me repetía a cada rato. No puede ser solo esto, tiene que haber algo más, algo que no estoy viendo, alguna forma de que no tenga que destruirme para enamorarme. Me costó varias noches de lágrimas pero terminé comprendiendo que quería un amor que me hiciera mejor. Dayligth se convirtió en mi canción favorita, y mi álbum favorito ya no es Red, sino Lover. Y cada día siento más admiración por Taylor porque puedo ver en su crecimiento, el propio. Lloré de emoción cuando en esa canción ella dice: 
"I once believed love would be burning red (solía creer que el amor debía ser rojo ardiente) 
But it's golden like daylight (pero es dorado, como la luz del día)" 
  Hoy pretendo otras cosas del amor, y de las relaciones en general. Y aunque aun no me siento preparada para afrontar nuevamente el estar con alguien, me siento mucho mejor en lo que respecta a como quiero ser en una relación. Veo tan lejano lo que fui hace menos de cuatro meses que parece mentira que haya pasado tan poco tiempo, parece mentira todos los procesos por los que pasé y como crecí y sigo creciendo. Si, quizá tener una relación burning red me haya destruido otra vez, pero al menos ahora puedo ver con claridad que ya no me gusta esa idea de amor, y que pretendo que el futuro me depare algo mucho más sano y real. 
  TayTay por siempre va a parecerme un ejemplo enorme de lo que más valoro en el mundo: afrontar el dolor y salir de él mejor que cuando entraste. Ella renace una y otra vez, y siempre logra convertir lo que siente en arte, en algo que compartir para así sanar. Yo siempre intento hacer lo mismo. 
   Hace bastante también vengo pensando en que en Enero cuando todo se me vino abajo, me convencí de que quería sanar sola. Que necesitaba sanar sola. Salir del pozo por mis propios medios, demostrarme que no necesito de nadie más para estar entera otra vez. Quería hacerlo sola para aprender a quererme y valorarme, para nunca más permitir que alguien me destruyera. Me encapriché tanto con esa idea que me encontré sintiendo pánico al interesarme por alguien. Me tenía desquiciada la idea de empezar algo y enloquecía sólo de pensar que eso inevitablemente avanza y yo de ninguna manera quería salir de una relación y meterme en otra. Pero hoy puedo ver con claridad que mis procesos serán míos siempre y cuando así me lo proponga. 
  Lo que siento ahora es que estoy haciendo mi proceso respecto a todo lo que todavía tengo que aprender y superar de la relación que se terminó, pero que eso no tiene que significar estar sola. Tengo alguien que me acompaña como lo hacen mis amigas, y es hermoso. Con ellas puedo hablar, descargarme, reflexionar y ser abierta con lo que siento sin que resuelven por mí las cosas. Y con él es lo mismo, lejos de sentir que me meto con alguien para tapar todo lo demás, o para que ese alguien me "salve" de estar triste, lo que siento es que me acompaña mientras yo misma lo resuelvo. Nada me parece más hermoso que eso. Y es ahí cuando Reputation entra en juego, y pasa de ser un álbum al que yo consideraba mediocre, al álbum perfecto para las circunstancias. 
   Estar perdida. Estar recomponiendo todas tus partes rotas consciente de que necesitas hacerlo por vos misma, y cruzarte con alguien que te hace más liviano el camino. En Delicate Taylor se cuestiona si incluir a alguien es lo mejor, 
"We can't make any promises now, can we, babe? (No podemos hacernos promesas justo ahora, no es así?) 
But you can make me a drink (pero puedes prepararme un trago)" 
  Y durante todo el álbum se refiere al momento delicado de su vida, en cómo estar con alguien podía ser contraproducente para ambos y como también lejos de ser así, terminó convirtiéndose en lo mejor que le pasó. 
   Lejos estoy de eso aún, no sé que va suceder, ni como todo va a terminar resolviéndose. No soy tan soñadora como para pensar en un futuro justo ahora, pero me gusta como me siento. Me gusta este comienzo, el sentirme acompañada, el no tener que sentir presión de ningún tipo. Me siento libre, tranquila, en paz, sintiendo y viviendo hoy, un día a la vez. Si por mi fuera a él le dedicaría Reputation completo. Porque me define, nos define, y porque se lo merece. Pero es sólo una la canción que escucho una y otra vez. El mundo derrumbándose, sintiéndome desarmada en el medio de la guerra y sintiendo cómo quien me lastima me critica y culpa de lastimarlo. Viendo como todo lo que yo creía hermoso se volvió dolor, y todos aquellos que parecían cuidarme en realidad estaban sólo sacando su propia ventaja. Dejando de confiar, sintiéndome desecha. Encerrándome en los míos, mis íntimos, los más cercanos. Riendo a carcajadas, escondiendo bajo las sábanas los más hermosos nuevos comienzos sólo porque tengo miedo de que el resto del mundo me los arruine. 
"Slowly I said, you don't need to save me (lentamente dije, no necesitas salvarme) 
But would you run away with me? (pero, huirías conmigo?)"
   No dejo de sentir que son pocos los que me conocen realmente, que son pocos en los que confío, y que lejos de ser algo malo, eso me parece de lo mejor. Y que desde hace algún tiempo me cansé de la pantalla de perfección que creaba ante el mundo, y ahora sólo quiero dejarme ser con todo lo que soy. Con los errores que son parte de mi y me ayudan a crecer, con las partes que no me gustan pero que no dejan de pertenecerse. Y sin poder dejar de pensar en que hay alguien que conoce hasta el último detalle, que sabe muy bien de mis errores, que me acompaña en ellos y que parece no importarle. Que no me juzga y que me acompaña. Y que el resto del mundo puede irse al carajo, y decir sobre esto lo que se le de la gana porque en realidad yo tengo bastante claro que ya no va a importarme. 
 Así que si, call it what you want le pertenece. 

I want to wear his initial
On a chain round my neck, chain round my neck

Not because he owns me
But 'cause he really knows me
Which is more than they can say



miércoles, 22 de abril de 2020




Only bought this dress so you could take it off
Take it off 

lunes, 20 de abril de 2020

«Siempre acabamos llegando a donde nos esperan» José Saramago

Es una frase que leí hace mucho. Bueno, en realidad no hace tanto, fue hace un mes. Me apareció en el inicio de Twitter y se me quedó grabada. Lo primero que pensé fue "¿me estaba esperando?"
Fue la noche de la falsa boda. Afuera llovía tanto que parecía que nos íbamos a inundar, y adentro hacia tanto calor que todos los vidrios se empañaron. Y yo volví a pensar ¿esto me estaba esperando? Porque quizá solo llegué hasta este lugar cuando estuve lista. Porque quizá este sentimiento me estaba esperando hace mucho, y yo seguía dando vueltas hasta estar preparada. 
 Pero tarde o temprano, se llega. 
 Que feliz me hace haber llegado.


viernes, 17 de abril de 2020

Clearing the air, I breathed in the smoke

  Hace varios años vi una película que se llama "el eterno resplandor de una mente sin recuerdos". Me acuerdo bien que la vi en lo de Franco, cuando él vivía con su mamá. Era una juntada con Sabri, Cristian, Alejo y creo que también estaba Joaco. Preguntaron “¿qué quieren ver?” y alguien la sugirió.
  Recuerdo estar sentada en ese sillón sin entender casi nada de lo que sucedía. No sé si no le presté la atención suficiente porque no me interesaba o si realmente esa película no era para mí en ese momento, pero para los años que siguieron me quedó la sensación de que algún día debería volver a verla para poder entender todo lo que en ese tiempo no pude. Quizá viéndola sola, sin que los chistes de Alejo me interrumpan, iba a poder sacar de ella algo más que un montón de incoherencias e imágenes inconexas.
  En enero él me dejó y con la idea de querer arrancarlo de mi memoria llegó el recuerdo de esa película. ¿Cómo sería borrar a alguien para siempre? No me atreví a verla, creí que iba a entristecerme demasiado, creí que iba a tocar fibras de mí que no estaba preparada para afrontar. Tres meses pasaron, entre ese día y el presente. Ayer me sentí tan perdida que lloré. No lo extraño, pero tampoco lo ignoro. Me encantaría que no provocara nada en mí en lo absoluto, pero sería tonto pensar que eso es verdad. Aún tiene algún tipo de poder sobre mí. Sé que no volvería con él pero en algún lugar de mi ser todavía guardo sentimientos que le pertenecen. Sentimientos que no decido si son buenos o malos, si son agradables o sumamente tóxicos. No lo odio, pero tampoco lo amo. Estoy en un intermedio extraño en el que no comprendo casi nada. Estaba tan enamorada, y me decepcionó tanto que todo ese amor se vio estropeado para siempre.
 Bingo, encontré mi respuesta. Ya lo entendí. Lo amaba con todo mí ser pero se volvió alguien que desconozco. Lo amaba tanto que me perdí a mí por no perderlo. Y aun así logró decepcionarme lo suficiente como para que hoy, pese al amor que le tengo, no pueda ni siquiera mirarlo a los ojos.
  Pensé que esa película iba a destrozarme porque el protagonista se da cuenta en el medio del proceso de borrado, que quiere conservar sus recuerdos. Que pese a estar triste, esos recuerdos en algún momento lo hicieron feliz. Y la trama da un giro extraño en el que ambos olvidaron que se conocen gracias al procedimiento, pero vuelven a encontrarse y la historia vuelve a comenzar, vuelven a enamorarse porque le amor es más fuerte. Creí que eso iba a destrozarme porque es la idea de amor romántico, de amor fuerte e intenso que aunque quiera ser borrado vuelve a aparecer. La idea de destino, de un sentimiento tan fuerte que ni el olvido puede con él. Y me equivoqué, no me destrozó sino todo lo contrario. Parece que eso que durante todo el día de ayer me persiguió y atormentó, gracias a esta película se aclaró.
  Nunca accedería a borrar mis recuerdos, pero no por querer conservarlo en ellos, sino porque son los recuerdos los que me permiten ver todo lo que fuimos. No porque nuestro amor sea fuerte e intenso, sino porque fue lo suficientemente débil como para provocarnos las heridas que hoy cargamos. El amor romántico ideal de este tipo de películas es el que nosotros tuvimos, y es por lejos de las peores cosas que me pasaron. Cuando miro hacia atrás me veo a mi misma totalmente atascada en un ideal que nunca va a concretarse, en un concepto de amor totalmente erróneo e infantil. Me veo a mi misma, esperando que en algún momento él abra los ojos y se de cuenta de que somos adultos y merecemos algo mejor que la idea de destino. El destino no existe, el amor intenso e imborrable tampoco. No somos almas gemelas, no vamos a superar lo que sea sólo por amarnos porque sólo con amor no alcanza. Porque si lo pienso mejor lo que siempre nos faltó a nosotros fue amor. Aceptación. Madurez.
  Esa película no me destrozó sino más bien me demostró lo que éramos y lo que ya nunca más quiero ser. Hoy deseo muchísimo ser sana, ser adulta, ser mejor. Y luego, cuando me sienta bien conmigo misma, cuando haya aprendido lo suficiente, cuando pueda verme y sentir orgullo, recién entonces quiero compartir mi vida con alguien. Necesito crecer, necesito demostrarme a mí misma que lo que pasé con él no fue en vano, que ya no voy a cometer los mismos errores, que todo valió la pena.
  No me gustaba quien era cuando estábamos juntos. Tan insegura, irritada, malhumorada. Tan pero tan demandante, dependiente, manipuladora. No me gustaba verme a mí misma fingiendo estar destrozada sólo para que me ame aún más. Llegué a sentir que si no lloraba, si no sufría, si él no veía que lo necesitaba, entonces no iba a amarme. Llegué a sentir que tenía que estar rota para no lastimarlo porque mientras estuviera rota iba a tener una razón, iba a sentirse útil por tener que ayudarme, protegerme, cuidarme. Porque cuando estaba segura, feliz, independiente y libre, él parecía asustarse. Se retrotraía, me reclamaba, creía que ya no lo amaba. Era tan inseguro y dependiente que terminé adoptando sus formas para no hacerlo sentir mal. No descansaba pensando en cómo hacer mi siguiente movimiento sin que le afectara demasiado.
  Pensé que debía cuidarlo para no destrozarlo. Acabé creyendo que destrozarme a mí misma lo mantendría completo y me perdí en el proceso. Y cuando se fue, me destrozó lo suficiente como para que viera que en realidad nunca estuve tan completa como ahora. Nunca me sentí tan libre, tan fuerte, tan independiente. Hoy puedo descansar realmente. Hoy siento que respiro.
  Se lo agradezco. Necesitaba perderme en él para comprender que merezco mucho más. Que merezco alguien que no se sienta atacado por mi seguridad, y que sólo voy a conocerlo cuando esté dispuesta a sobreponer lo que soy, cuando ponga primero y antes que nadie a mi propia esencia, cuando no necesite perderme para que alguien se quede.
  Cuando prefiera estar sola conmigo, antes que perdida y acompañada. 

jueves, 16 de abril de 2020

Es extraño porque no me acuerdo como llegue hasta allí, pero estoy encima de un montón de sillas, apiladas una sobre otra. Estoy muy alto, tanto como si mirara desde el balcón de un cuarto piso. Estoy sentada pero quiero bajarme, no me siento cómoda. Lo que siento no es exactamente miedo, pero se le parece. Él está a mi lado, me dice que lo haga, que me tire. Desconfío de él, y de lo que me dice pero igual quedarme sentada tampoco se siente bien. Saltar me parece peligroso pero mejor opción que quedarme allí. Él sigue insistiendo "saltá, dale". Lo dice como si me estuviera desafiando, como diciendo "Dale, si tan incómoda estás acá ¿por qué no saltas?"
Le hago caso, y salto. Un poco porque no estoy cómoda donde estoy, otro poco porque quiero demostrarle que sí tengo el valor. La caída sucede demasiado rápido, cuando choco contra el suelo la cabeza me duele tremendamente, junto con el hombro y el codo derecho. Después de eso llegan médicos a curarme. Me abrí la cabeza en 2, y sangro mucho. Dicen que tienen que pelarme y coserme ahí mismo, sin anestesia. Y lo hacen. El dolor es insoportable. Pero no tanto como el de mi brazo que está fracturado, y no sé bien cómo, quemado. Tengo quemaduras de primer grado que me arden terriblemente. Por dentro pienso que el dolor es tanto que prefiero morir, que no quiero hacer un esfuerzo por recuperarme. Pienso en que ojalá me dejen ahí sola, que ya no sirvo y no tiene sentido hacer el intento. Pero antes de que pueda darme cuenta terminaron su trabajo. Tengo la cabeza vendada y un yeso. Ya no siento dolor. El sueño avanza y en cuestión de 2 segundos me siento como nueva otra vez.

  

viernes, 10 de abril de 2020


All my flowers grew back as thorns
Windows boarded up after the storm
He built a fire just to keep me warm
All the drama queens taking swings
All the jokers dressin' up as kings
They fade to nothing when I look at him
And I know I make the same mistakes every time
Bridges burn, I never learn, at least I did one thing right
I did one thing right
I'm laughing with my lover, 
making forts under covers
Trust him like a brother, yeah,
 you know I did one thing right

miércoles, 8 de abril de 2020

CUARENTENA DÍA 1538

   ¿Alguna vez tuvieron un día perfecto pero muy simple en realidad? Supongo que la cuarentena genera un poco eso, al estar encerrada todo el día, sin poder ver a nadie y sin poder hacer grandes planes empezás a valorar lo que antes te resultaba insignificante. 
   En febrero agarré un cuadernito que me habían regalado y que no usaba, y me hice con él un mood tracker. Dibujé cada día de cada mes, y le puse un color a cada estado de ánimo. Y así voy rellenando los días buenos, los meh, los geniales, los malos, los confusos, los horribles y los perfectos. Hoy voy a rellenarlo con rojo, porque fue perfecto. Quizá no tanto por las cosas que sucedieron, sino por como me sentí yo. 
   Hace meses que renegamos con un cobro por tarjeta de crédito en dólares, hace meses que mi mamá me grita como si fuera mi culpa y hace meses que odio el asunto. Pero en esta cuarentena me sirvió de excusa, porque tuve que ir hasta el banco para recibir alguna ayuda, y alguien usó eso también como excusa para acompañarme. Y pude disfrutar aunque sea por un rato de su compañía, su risa y su abrazo que tanto me gustan y tanto extrañaba. Y cuando llegué a casa mamá ya no tenía ganas de gritarme y había hecho comida rica, y mientras comíamos me reí a carcajadas porque mi hermana y su novio son muy graciosos. Y cuando quise darme cuenta los cuatro reíamos sin poder parar, haciendo que nos duela la panza y se nos llenen los ojos con lágrimas. Llorando de risa. 
  Después vi Friends, y me seguí riendo. Dormí siesta, merendé y me senté a escribir sobre lo bien que me siento este día. Sabiendo que a la noche vamos a comer una rica picadita, que seguramente vuelva a reirme mucho y deseando que el sentirme tan bien me dure por mucho tiempo más. 
  Me gusta mucho mi vida justo como está ahora pese a tener que estar encerrada. Creo que nunca me sentí tan bien, y tan libre. Que ironía. 

lunes, 6 de abril de 2020

Quiero guardar lo que somos en un espacio seguro y nunca sacarlo de ahí. 
Quiero esconder entre 4 paredes lo que hacemos para siempre. 
Hoy tengo tanto miedo ¿por qué?
Creo que me da miedo que el resto del mundo se entere y esto se nos arruine. 
¿Por qué se arruinaría? Tantas ideas corren libres en mi cabeza. Tantos miedos sin cadenas. 
Creo que me da mucho miedo perderte de esta forma. 
¿Y si estamos metiendo la pata? ¿Y si esto es un error? 
¿Y si el resto del mundo nos hace dar cuenta de eso y es demasiado tarde para salvarlo? 
Tengo mucho miedo pero aún así no quiero frenar. 
Viviría encerrada entre cuatro paredes con vos, si. 
La paso tan bien entre cuatro paredes con vos. 
No quiero perder eso.



jueves, 2 de abril de 2020


   En algún lugar de mi habitación existe una cajita que guarda lo que queda de nuestra relación. 
  “En algún lugar” es bastante relativo, porque sé exactamente donde está. Y para mi desgracia sé exactamente que hay dentro, porque hoy se me dio por abrirla otra vez. Me dolió el pecho en cuento el olor de tu perfume se desprendió junto con los miles de papelitos, fotos y cintas. Desde el escudo de Slytherin hasta un dado, unas tarjetas de Sacoa, un par de monedas Uruguayas, y muchas entradas de cine porque amábamos ver pelis juntos, ¿te acordás?
  Se me llenaron de lágrimas los ojos, justo como ahora en cuanto vi el dibujo que me regalaste para uno de mis cumpleaños. “Supe que te había dibujado a vos, no por el cuerpo de mujer, te reconocí por las alas” seguido de un hermoso “te quiero siempre libre”. No escribiste te amo, ni siempre juntos. Siempre libre. Quizá de eso se trata.
   Me sentí tan pero tan mal en cuanto vi cada parte de nuestra relación plasmada en papelitos amarillentos. Me dolió en lo más profundo ver que éramos felices y en algún momento eso se nos escapó. Sentí nostalgia, muchísima. Te extrañé como nunca desde que nos separamos, y me odié por haber abierto esa caja en primer lugar. ¿Para qué? ¿Por qué lo hice? ¿Por qué no me puse a entrenar, leer un libro, ver la serie o cualquier otra actividad? ¿Por qué no hice alguna de las miles de cosas que hago siempre que me siento un poco mal? Superarte es un poco eso, mantenerme ocupada.
   Cerré la cajita y me fui afuera. Respiré profundo y me di cuenta que no te extraño a vos, sino a lo que supimos ser juntos y ya no existe. Caí en la cuenta que todos esos papelitos y recuerdos son del 2018, un año hoy tan lejano que sería imposible volver. Ya no somos esas personas. Me acordé de por qué tomamos esta decisión en primer lugar, y entonces ya no tuve ganas de salir corriendo a abrazarte como cuando tu perfume invadió la habitación.
   Quizá de eso se trate. De abrir la cajita las veces que sea necesaria para terminar de entender que lo que está ahí guardado, es un pasado irrecuperable. Es algo que ya nunca más podemos ser. Es un recuerdo en el que no puedo quedarme a vivir. No te extraño a vos, sino a lo que sentía en aquel tiempo. Extraño la felicidad que me invadía cuando te veía, que muy lejana está de ser lo que siento hoy al verte. No sé bien cuando fue que te convertiste para mis ojos en alguien diferente, pero eso sos hoy, alguien que no tengo idea quien es. Es verte y no poder reconocerte. Es verte y no poder creer que sos el mismo que hace algún tiempo me hacía sentir paz con sólo abrazarme.
   Lo que me queda de lo andado es el saber que por más de que voy a llorar seguramente muchas veces más, algún día voy a sentirme sana otra vez. Y que para entonces la cajita y todo lo que lleva dentro quedarán en un olvido irrecuperable. Hacia ese lugar me dirijo todos los días, ese lugar en el que voy a sentirme tan plena conmigo misma que no va a quedarme espacio ni ganas de anhelar lo que fuimos.

miércoles, 1 de abril de 2020

No hay una sola canción que pueda definir por completo como me siento. 
Todo es tanto. 
Estoy aterrada, estoy temblando pero por dentro. 
Siento como si el suelo bajo mis pies estuviera a punto de desaparecer. 
Estoy asustada, y sé que el cuchillo en mi mano derecha significa que voy a defenderme.
Y que en este estado, soy demasiado peligrosa.
Incluso para alguien como vos.
Mejor correr. Yo lo haría si pudiera.
Pero ¿a donde iría? Si el problema siempre soy yo misma.