lunes, 27 de enero de 2020

El amor con amor se paga

En otra realidad, dentro de exactamente 5 minutos yo te diría "felices dos años, mi amor!" Y te daría esos anillos tan lindos que nos compré y nos definen tan bien. Justo ahora estoy en una terraza, viendo un cielo estrellado en Brasil, lejos tuyo y lejos de lo que fuimos juntos. En esta realidad hoy nos toca estar separados. Y es doloroso como nunca habia sido en mi vida, pero a la vez es tranquilizador porque te amo tantísimo que puedo sentir todavía adentro como seguimos unidos.
  Siento una tranquilidad extraña, mezclada con tristeza. Tranquilidad de la certeza de que esto es lo mejor. Me costó mucho entenderlo y te pido perdón, se que te dañé insistiendo, pero es que siempre me aseguro intentarlo todo antes de irme. Me cuesta rendirme y fue justamente cuando entendí que esto no era rendirse que pude dejarte ir.
  Todavía sigo llorando a veces. No hace ni un mes de la última vez que nos vimos, así que supongo que es normal, no voy a  presionarme por superarlo rápido. Te tengo tanto amor que me duele recordarte, pero siempre que lo hago cierro los ojos y te deseo lo mejor de todo corazón. Y eso hace al menos por un rato que la tristeza valga la pena, que todo lo que nos pasó valga la pena. Este último año juntos estuvo teñido de tantos errores que comprendo muy bien porqué necesitábamos una pausa. Por momentos me desconoci a mí misma, y quise convencerme de que estaba cambiando pero en realidad simplemente no estaba siendo yo misma. Otra vez te pido perdón, me cuesta tanto ser auténtica. Sé que sabes que me escondo por miedo, y el 2019 fue en su gran mayoría eso: miedo. Por eso ahora no reniego de estar sola, necesito crecer. Y a veces solamente se crece a base de dolor, esfuerzo y constancia. Y es lo que ahora intento. Quizá no sea feliz en algún tiempo pero al final vale más ser mejor.
  Espero ser mejor, de corazón y no por vos, sino por mí. Porque ahora que miro para atrás y veo lo mucho que me alejé de mi esencia me duele en el alma el tiempo que perdí. Me quiero devuelta cueste lo que me cueste.
  Y espero lo mismo para vos, porque en este año por momentos también te desconoci. No se si conocí al verdadero vos, o si te alejaste igual que yo. Solo sé que prefiero al chico del 2017 que le brillaban mucho los ojos al verme y era feliz a pesar del quilombo.
  En el medio de todo eso nos perdimos, y no quiero juzgarnos sino más bien perdonarnos. Hicimos lo que pudimos, y eso está bien aunque no haya funcionado. Merecemos crecer, merecemos ser mejores, y merecemos ser felices. Más que nada en el mundo te deseo crecimiento y felicidad. Ojalá todo dolor que puedas sentir te lleve a buen puerto, y puedas sobrellevarlo de la mejor manera.
  Me gustaría que no sufrieras, pero se muy bien que no se puede evitarle sufrimiento a los demás.
  Fuiste mi gran amor. Mi gran compañero. Se que para siempre vas a ser de esos amores que no voy a poder olvidar, porque fue tanto el amor que compartimos que para siempre voy a llevar la marca. Te amé, te amo y voy a seguir haciéndolo, quizá desde otro lugar, pero siempre con la misma intensidad.
  Ojalá mi abrazo, el que te estoy dando a la distancia justo ahora, te llegue. Es mi agradecimiento por tanto amor, por haberte entregado tanto, por haber sido tan leal conmigo.
  El 27 lo llevo tatuado, pero sino igual sería una marca para siempre porque amores así no se pueden borrar.
  Ojalá el amor nos encuentre, nos sacuda, y nos eleve otra vez. Aunque ya no sea juntos.
  Ojalá seas feliz.
   Te amo siempre amor mío, siempre es siempre y en cualquier lugar.

domingo, 19 de enero de 2020

Soñe que Jero me abrazaba muy fuerte, sonreía y le brillaban mucho los ojos al verme. Y yo me alejaba y le decía "no, porque cuando me despierte voy a sufrir más de lo que ya sufro". Y me desperté llorando, porque ahora solo lo puedo abrazar en sueños.

sábado, 18 de enero de 2020


"Hay que ocultar los ojos. 

No puedo permitir que nadie más entre en mi vida.
El rey tiene vida,
la muchacha está despierta y yo estoy en el exilio. 
¿A quien engaño?
Son oscuros, pero no me cubren." 

  Esto es algo que escribí el 24 de junio del 2019 y que no tengo ni idea que significa, pero lo volví a encontrar hace unos días y me gustó ✨
Ah! Y tiene de título "Maléfica"

miércoles, 15 de enero de 2020

Es como si toda la felicidad compartida por 2 años en nuestra relación ahora fuera el equivalente en tristeza. Como si cada recuerdo feliz se hubiera inundado y ahora solo pudiera llorar al recordarlo.
 Como si todo lo feliz que fui, hoy es todo el dolor que siento.
  Y nosotros fuimos tan pero tan felices que puedo comprender perfectamente porque me siento tan desecha
Hoy estoy tan triste que me muero por llamarte. Como hacía siempre que me sentía así, te llamaba llorando, atendias del otro lado del teléfono y con solo escuchar un ratito de tu voz me sentía mucho mejor. Te extraño de todas las formas posibles, pero extrañar que me cuides y me tranquilices debe ser la peor de todas.
 Solo pasó una semana y yo lo siento como un siglo completo. Siento que estoy triste hace tanto que ya tengo que dejarme de boludeces y estar mejor. Y a la vez, habiendo pasado solo una semana, como voy a exigirme algo así? Es claro que voy a estar triste por mucho tiempo, solo que me da miedo que sea para siempre. Porque también me da mucho miedo que el estar separados sea para siempre, y tener que acostumbrarme a esta nueva vida en la que no estás, no me cuidas y no te puedo llamar.
  Te extraño tanto. Sueño tanto con que todo sea diferente, que sean solo unos pocos días más de esta tristeza y para cuando me dé cuenta otra vez te esté abrazando fuerte muy fuerte. Que otra vez escuche muy cerca del oído tu voz diciéndome "tranquila, estoy acá con vos".
  Te necesito conmigo. O necesito que me rompas las esperanzas, que me jures que estás mejor sin mí, que no me necesitas ni extrañas y quizá así por tu bienestar y felicidad pueda hacerme a un lado y dejarte ir aunque me duela el alma perderte.
  Pero tampoco tengo el valor de preguntar. Y si de verdad estás mejor sin mi? Eso terminaría de hundirme en el pozo en el que me encuentro. Y al menos por ahora aunque viva llorando tengo la esperanza de que tal vez, más a delante, con otros aprendizajes al hombro lo nuestro pueda funcionar. Que tal vez si soy más adulta, si procuro crecer lo suficiente puedas volver a mirarme a los ojos y sentir orgullo de la persona que tenes al lado.
  Este viaje no solo fue un error, sino que una tortura. No puedo disfrutar de lo hermoso del lugar, ni de mis amigas, porque estoy siempre pensando en todo eso que te contaría si habláramos, todo eso que me hizo acordar a vos, sobre ese parador en el que cenamos cuando fuimos a Uruguay, sobre qué estoy alojada en el cuarto número 5 y que cada vez que lo veo te extraño. En que justo ahora te desearía buen viaje y te diría que en menos de 4 días vamos a estar disfrutando de las vacaciones que tanto soñamos juntos.
  Te extraño tanto pero tanto amor. No puedo acostumbrarme a esta realidad, porque simplemente no es la que yo quiero. Porque no logro verle el lado bueno a esto. Que tiene de bueno que estemos así de separados? Sufriendo cada uno por su lado?
Vos estás sufriendo? Quizá eso sea la base de todo, quizá vos no sufras, quizá estés mejor. Y quizá pensar en eso puedo romper las esperanzas de que vengas a buscarme que tengo y por fin pueda dejarte ir.
  Pero por ahora solo te amo tanto y tan incondicionalmente que haría lo que sea porque volvieras.
Ojalá volvieras.

sábado, 11 de enero de 2020

Respuestas

   Lo malo de las lecturas akayikas es que casi siempre me dicen eso que yo ya sabía, pero me negaba a ver. A veces reniego muchísimo de mi condición de bruja, pero al día de hoy cada una de las premoniciones que tuve se cumplieron. Cada presentimiento, cada sensación e intuición. Debería hacerme más caso a mi misma, quizá así no terminaría tan enredada en problemas mundanos y terrenales. 
  Quizá esta es una nueva oportunidad de reencontrarme. De respirar hondo, llorar lo necesario, dedicarle mucho tiempo a mi energía y propia sanación y salir adelante. Como siempre hago, como siempre hice. Como cada vez que sentí el mundo cayendo a pedazos en mi espalda. Sé que voy a estar bien. Me lo dijeron en las lecturas, pero de alguna forma ya lo sabía, porque siempre sé que puedo con todo. La vida me golpeó tantas veces que ya casi nada me asusta, y sé que de todo se sale... pero me niego a hacerlo en realidad. 
  Tuve cuatro días espantosos, contando el de hoy. Me reí de a ratos mientras mis amigos se esforzaban por distraerme, pero llegando a casa, en la ducha, mientras dormía y hasta en mis sueños lloré. Lloré muchísimo para solo cuatro días, lloré como nunca en mi vida. Lloro escribiendo esto, sabiendo que una vez que le ponga palabras y salga de mí, probablemente sea definitivo para mi cabeza. 
  Pensé muchísimo en si debía escribir o no, porque pienso mucho y a cada rato si tengo que decirte lo que siento, o debo guardármelo para respetar tu espacio y la distancia que decidiste tomar. La verdad es que si no escribo voy a explotar, si no me expreso de alguna forma siento que no voy a poder con el dolor que cargo así que sólo espero que si estás leyendo esto, pero no querés saber de mí, o de lo que me dijeron en las lecturas sobre nuestro futuro, te detengas ya. Quizá no es sano que sepas de mí, no te ayuda en nada saber como me siento o por lo que estoy pasando. Tal vez es mejor que por un tiempo hagamos como si el otro se hubiera esfumado. 

Y hoy se me pasa la vida imaginando que vuelves a pasarte por aquí.

 Si no dejaste de leer para esta altura, ya es tu problema. 
 Me dijeron tantas cosas que todavía estoy digiriendo. Triángulos amorosos sobre vidas pasadas, que vaya a terapia, que me concentre en mí, que escriba, que lea, que llore si lo necesito, que respete mis tiempos y lo que siento. Que más que nunca aprendí a sentir, a dejar ser lo que me está pasando, a no reprimirme y a dejarme ser. Y que tengo que aprovecharme de eso, respetando que si algún día no quiero salir de la cama, y solo quiero llorar... esta bien. Que si no quiero ir a ese viaje que me costó casi 30 mil pesos, también está bien. 
  Hoy lloré todo el día pensando en que no quiero ir. Me quiero quedar en mi casa, en mi casa, quiero llorar hasta vaciarme y estar muy muy quieta para no romperme aún más. Pero el mundo sigue y creo que si puedo respetar al menos quedarme acostada cuando así lo sienta, y llorar mirando un mar hermoso, es lo que voy a hacer. 
 Sigo pensando todavía si quiero quedarme después de vacaciones con mis papás. Quizá porque un tiempo sola, con la casa entera para mí me vendría muy bien. Aunque un poco le temo a mi soledad, a que no haya alguien obligándome a comer, y a desaparecer en mi propio abismo. 
 Pero todo es temporal, me dijeron que voy a estar bien, que más allá del dolor que siento hoy, más tarde, algún día voy a despertarme mejor, con el aprendizaje de esta perdida a cuestas y viendo el futuro con mejor cara. Me dijeron que esta ruptura marcó una antes y un después en mi vida, que escriba, que escriba sobre todo lo que siento porque posiblemente todo acabe siendo un gran libro. Que sí, que quizá irme a vivir lejos a donde quiero es lo correcto y que será una experiencia llena de aprendizajes. Que voy a conocer a muchas personas que me van a enriquecer en muchos sentidos. Y que voy a ser feliz. 
  Y acá viene la parte más dolorosa: pregunté por nosotros. ¿A quien quiero engañar? Toda la lectura fueron preguntas sobre nosotros. Me dijeron que me niego a ver el final de nuestra relación, y no se equivocan. Sigo sintiendo que nuestro futuro es juntos, y que pese a todo te amo incondicionalmente. Y quizá ese fue mi error, yo te amé y te amo siempre humano, con todo lo que sos, con todo lo que puedas ser, con eso que quizá no me guste tanto. Y me duele un poco que vos no pudieras con mi oscuridad, que no me aceptaras a pesar de mis errores y que te alejaras. Aunque te sigo amando incondicionalmente, asi que no te juzgo. Hoy cuando me decía que estabas enojado, y dolido, como un viejito cascarrabias, yo lloré mucho porque sé que es real, que seguramente estés así. Porque te amo hasta enojado, y porque esperaría la vida entera a que el enojo, el dolor, a decepción se te pasara y me vieras humana, real, con errores, y me amaras así. 
  Sé que me amas un montón, porque también me lo dijeron. Y cuando pregunté si vamos a volver algún día me dijeron... bueno es difícil de explicar. Básicamente cosas que yo ya sé, que tus tiempos son más lentos que los míos, que vas a tardar varios meses en asimilar todo lo sucedido y decidir si querés volver a buscarme o no. Y que quizá lo hagas, pero que lo más probable es que para ese momento yo ya haya conocido a alguien. Porque eso también parece ser parte de mi futuro, en cuanto asuma que lo nuestro se terminó, alguien va a aparecer. Y yo tiendo a hacer mis procesos rápido y en cuanto decido que algo es definitivo... por eso es que estoy negada. Quiero que vuelvas ya, rápido, lo antes posible. Quiero solucionarlo y verte sonreír cuando me veas otra vez. No quiero ponerme en plan de "superarlo" porque ¿y si volves? ¿y si para cuando vuelvas yo ya lo superé y dejamos ir la mejor relación del mundo? 
  Yo estoy segura de que nos amamos tanto que todo el dolor puede sanar. Pero el tiempo que pasa lento y constante es mi enemigo, y para cuando me dé cuenta quizá todo haya pasado sin siquiera verlo pasar. 
  
  Hoy me estoy empezando a elegir a mí. Contraté Spotify premium para descargar las playlist necesarias para llorar, me llevo mis libros, mis cuadernos para escribir... también el ukelele. Me llevo todo lo necesario para sentirme a salvo. No bien, tampoco mejor. Simplemente para sentirme. Para que la buena música y la escritura me ayuden a re descubrirme otra vez sola. Con esa soledad que siempre amé y disfruté. Quiero disfrutarme, disfrutar de como me siento aunque sea tristeza. Aprender de mí, de lo que me estoy dando a mi misma. Aprender de mis errores y no repetirlos, ver más allá del dolor que siento para proyectarme a algo positivo. 
  Y solo deseo que lo que nos espera en el futuro sea amor. Amor adulto, humano, sincero. Repleto de errores pero constante y fuerte. Y si no es con vos, si me toca dejarte ir para siempre aunque se me parta en dos el alma, espero que ese tipo de amor pueda sentirlo por mí misma. Y amarme incondicionalmente como lo hice con vos, aceptarme y quererme humana, perdonarme los errores y aprender de lo que mi oscuridad viene a enseñarme. Ser mejor por mí, para mí. Y por si algún día volves, para compartir mi amor propio nuevamente con vos. 

 Siempre te extraño, y siempre te espero. 
 También siempre te amo. 
 Porque siempre es siempre, no importa donde, ni en que momento. 
 Por siempre mi lugar seguro, y mi mejor compañero. 
 Ojalá lo que nos encuentre en el futuro sea amor. 


lunes, 6 de enero de 2020

  Cuando estoy triste escucho música triste. Supongo que lo mismo que hace todo ser en este planeta, buscar en alguien lo que está sintiendo sin remedio. Pero mis favoritas son siempre ellas tres: Miley, Avril y Taylor. Tan diferentes, tan únicas. Cuando estoy triste y las escucho es como si me sintiera cuidada otra vez. Como si me abrazaran y me dijeran "tranquila, esto ya nos pasó también. Vas a estar bien". Como si mi personalidad fuera una mezcla extraña de la chica rebelde del punk, la divertida y graciosa de Disney y la dulce Tay Tay que cuando se enamora lo hace hasta los huesos. Si, soy compleja. Me escondo tanto que a veces creo que nadie me conoce en profundidad. Es que.. ¿no todos tenemos algo que no queremos que nadie vea? Nuestra propia oscuridad personal.
  Soy compleja, tanto que a veces ni yo misma comprendo mis acciones. ¿A todos nos pasa? A veces me siento presa de mi misma, sin poder escapar de esas acciones y actitudes que no me gustan de mí pero que no puedo evitar repetir una tras otra vez.
  Siempre fui destructiva. Lo sé porque desde muy chica tengo una necesidad interna de romper cosas. Y ahora ya lo asumí y lo digo en voz alta: amo romper cosas. Patearlas, desgarrarlas, prenderlas fuego. Me tranquiliza. O quizá no, quizá hace que todo dentro de mí arda peor pero de cualquier forma no puedo evitarlo, a veces simplemente tengo ganas de empujar ese jarrón de la mesa, porque sé que va a estrellarse contra el suelo, y porque eso me genera placer. Ver como se estrella y se esparce sin poder volver a ser el mismo nunca más.
  Y aunque suene divertido, eso nunca me hace sentir mejor. Quizá porque la rota soy yo y por más de que vaya por ahí rompiendo otras cosas, eso no va a hacer que algo dentro de mí pueda arreglarse. Siempre me sentí rota. No tengo recuerdo de haberme sentido "completa". Y habla de cuando era tan chiquita que jugaba con muñecas, eh. Siempre sentí que había algo muy malo en mí, algo que no sabía ni sé que es pero que me impide alcanzar esa versión mejorada de mí. ¿Miedo? Seguro que sí. Siempre estuve demasiado llena de miedo. Y aunque parece irse de a ratos, en realidad no es que se vaya, sino que lo domino lo suficiente para que no se note. Soy una traumada de por vida por las traiciones que vivió y que es incapaz de superar. No me fío ni de mi misma. Vivo una lucha constante contra mi, contra lo que crece oscuro y fuerte y pretende adueñarse de todo en mi vida.
  Lucho, como todos, contra mi propia oscuridad. ¿Ustedes lo sienten también? ¿También tienen miedo de acabar convirtiendose en alguien horrible que hace cosas terribles? Me da miedo ser mala, porque muy en el fondo sospecho que lo soy, que nunca voy a poder ser buena totalmente, que siempre va a existir una parte que hasta inconscientemente lastime a quienes tengo cerca. Esa parte de mí que no me deja respirar sin recordarme que tengo pensamientos e intenciones horribles a las que domino como puedo.
  Lastimo con mi forma de ser. Por eso había decidido quedarme sola en primer lugar, por eso desde los 16 años estoy segura de que irme lejos es mi mejor opción.
  La oscuridad que me enreda y me domina, que me lleva a lugares en los que despierto sin saber como llegué. Clara no es tan clara. Clara a veces, casi siempre, se oscurece. Mejor correr lejos.