Pablo tiene afasia. Una explicación rápida podría ser que le cuesta comunicarse, mantener una conversación, generar las palabras, a veces hasta comprenderlas. Es una enfermedad neuronal, de la cual es difícil curarse y aunque eso llegue a lograrse, siempre deja secuelas.
Podría decir que el pronostico es horroroso. Que tengo un presente complicado, triste y un futuro que parece bastante desfavorable. Complicado es, no voy a negarlo. Por momentos tengo el cuerpo y la mente cansadas del desgaste constante que es tener que repetir lo que digo varias veces, explicar también repetidas veces cosas que quizá alguien entendería en un segundo.
Sin embargo anoche se despertó sobresaltado en el instante en que empecé a llorar. Y quizá no comprendió realmente el porqué de mi llanto, pero me abrazó fuerte y me trajo un vaso de agua. Me dormí con sus caricias y me desperté con sus besos.
Hizo mate y jugo exprimido para desayunar, jugamos al UNO y tuve un inicio de domingo tan lindo. Gracias a Pablo tengo una vida linda, feliz, llena de paz. Puede que no entienda del todo las palabras, pero entiende a la perfección lo que es cuidar a alguien.
Y me pregunto si algún día podrán curarse esos idiotas que están con mis amigas. Si se puede erradicar esa enfermedad del egoísmo total. Si algún día van a aprender a cuidar a alguien tanto como Pablo me cuida a mi, como cuida lo que sea que somos. Porque quizá a los sentimientos le sobren las palabras que a Pablo todavía le faltan aprender. Y porque estoy segura de preferir explicar palabras a tener que soportar el dolor de alguien que no te sabe valorar.
Hoy miré a mi alrededor y me dí cuenta que la afasia no es tan mala, que hay cosas peores que puede nunca se lleguen a curar.
Estoy tan orgullosa de quien tengo al lado, que quiero que todos vean en él lo que yo veo. No me importa repetir 20 veces ciertas palabras, si eso significa ser tan feliz como lo soy con Pablo. (miamor)
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