Dejarlo debe ser la cosa más difícil que hice en la vida. Siento que el mundo se me vino abajo o se me calló encima. Lloro, me arrastro, ando por la casa, las calles, la vida como zombie sin rumbo. Tengo ojeras del tamaño de la luna y un dolor de cabeza constante que no se va ni aunque me empastille a base de ibuprofeno.
Y sé que fue mi decisión y sé también que esa es la parte difícil de sostener. Yo lo dejé, y aunque me esté muriendo por correr a buscarlo, sé que esto es lo mejor. Que lo necesitamos.
Tengo demasiado miedo de perderlo, de que este tiempo lejos lo ayude a olvidarse de mi, a darse cuenta que sin mi está mejor, de que no me quiere. Pero más miedo me da perdernos por quedarnos juntos y que lo nuestro se vuelva una nueva forma de sufrir.
Cada vez que el mundo se me venía encima el que me sacaba a flote era él. Perdí mi salvavidas y siento que me hundo cada vez más.
Esto es una mierda. Todo es una mierda. Sólo quiero desaparecer, hacerme aire, flotar y dejar de llorar en cada rincón que encuentro. Quiero que seamos libres y felices otra vez. Como antes.
martes, 26 de septiembre de 2017
domingo, 17 de septiembre de 2017
No tiene cura
Pablo tiene afasia. Una explicación rápida podría ser que le cuesta comunicarse, mantener una conversación, generar las palabras, a veces hasta comprenderlas. Es una enfermedad neuronal, de la cual es difícil curarse y aunque eso llegue a lograrse, siempre deja secuelas.
Podría decir que el pronostico es horroroso. Que tengo un presente complicado, triste y un futuro que parece bastante desfavorable. Complicado es, no voy a negarlo. Por momentos tengo el cuerpo y la mente cansadas del desgaste constante que es tener que repetir lo que digo varias veces, explicar también repetidas veces cosas que quizá alguien entendería en un segundo.
Sin embargo anoche se despertó sobresaltado en el instante en que empecé a llorar. Y quizá no comprendió realmente el porqué de mi llanto, pero me abrazó fuerte y me trajo un vaso de agua. Me dormí con sus caricias y me desperté con sus besos.
Hizo mate y jugo exprimido para desayunar, jugamos al UNO y tuve un inicio de domingo tan lindo. Gracias a Pablo tengo una vida linda, feliz, llena de paz. Puede que no entienda del todo las palabras, pero entiende a la perfección lo que es cuidar a alguien.
Y me pregunto si algún día podrán curarse esos idiotas que están con mis amigas. Si se puede erradicar esa enfermedad del egoísmo total. Si algún día van a aprender a cuidar a alguien tanto como Pablo me cuida a mi, como cuida lo que sea que somos. Porque quizá a los sentimientos le sobren las palabras que a Pablo todavía le faltan aprender. Y porque estoy segura de preferir explicar palabras a tener que soportar el dolor de alguien que no te sabe valorar.
Hoy miré a mi alrededor y me dí cuenta que la afasia no es tan mala, que hay cosas peores que puede nunca se lleguen a curar.
Estoy tan orgullosa de quien tengo al lado, que quiero que todos vean en él lo que yo veo. No me importa repetir 20 veces ciertas palabras, si eso significa ser tan feliz como lo soy con Pablo. (miamor)
Podría decir que el pronostico es horroroso. Que tengo un presente complicado, triste y un futuro que parece bastante desfavorable. Complicado es, no voy a negarlo. Por momentos tengo el cuerpo y la mente cansadas del desgaste constante que es tener que repetir lo que digo varias veces, explicar también repetidas veces cosas que quizá alguien entendería en un segundo.
Sin embargo anoche se despertó sobresaltado en el instante en que empecé a llorar. Y quizá no comprendió realmente el porqué de mi llanto, pero me abrazó fuerte y me trajo un vaso de agua. Me dormí con sus caricias y me desperté con sus besos.
Hizo mate y jugo exprimido para desayunar, jugamos al UNO y tuve un inicio de domingo tan lindo. Gracias a Pablo tengo una vida linda, feliz, llena de paz. Puede que no entienda del todo las palabras, pero entiende a la perfección lo que es cuidar a alguien.
Y me pregunto si algún día podrán curarse esos idiotas que están con mis amigas. Si se puede erradicar esa enfermedad del egoísmo total. Si algún día van a aprender a cuidar a alguien tanto como Pablo me cuida a mi, como cuida lo que sea que somos. Porque quizá a los sentimientos le sobren las palabras que a Pablo todavía le faltan aprender. Y porque estoy segura de preferir explicar palabras a tener que soportar el dolor de alguien que no te sabe valorar.
Hoy miré a mi alrededor y me dí cuenta que la afasia no es tan mala, que hay cosas peores que puede nunca se lleguen a curar.
Estoy tan orgullosa de quien tengo al lado, que quiero que todos vean en él lo que yo veo. No me importa repetir 20 veces ciertas palabras, si eso significa ser tan feliz como lo soy con Pablo. (miamor)
jueves, 14 de septiembre de 2017
lunes, 11 de septiembre de 2017
No tenes idea lo duro que es estar al lado tuyo cuando el enojo te ciega y destruis todo a tu paso. Sé que no es tu intención, pero me herís a mi también. No me escuchas, no me prestas atención, nada de lo que yo intento logra sacarte de ese estado. Entonces me rindo, y dejo que hagas el destrozo que más tengas ganas, porque no sé cómo, no tengo herramientas para frenarte. Entonces, después de un rato, el huracán cesa y las lágrimas llegan. (Las tuyas, porque las mías ya estaban presentes hace rato). Y puede que tu enojo y tu infierno terminen ahí, pero el mío todavía sigue estando.
Ayer otra vez los celos te cegaron, y me lastimaste. Con cada momento de mierda que paso, me lastimas un poco más. Y lo peor es que esta vez siento que va más allá. Porque muchas veces antes en medio del quilombo pensé "no te quiero ver más". Ayer, en medio del enojo, también te lo grité. Pero eso no es lo peor, porque repito, muchas veces antes también lo hice. El problema es que hoy, una vez que el enojo y las lagrimas ya pasaron, lo sigo evaluando como una posibilidad.
Te amo, y no es algo que se me vaya a pasar en un rato. (Si hasta creo que no se me va a pasar nunca). Pero te juro que no puedo más contra vos. Porque así lo siento cada vez que te enojas, gritas y te cegas: siento que estoy luchando contra vos. Contra lo que sos, lo que siempre fuiste, lo que está en tu esencia. No puedo más, y creo que necesito un descanso, puede que sea un tiempo, o quizá más. Pero necesito parar. Poner un freno justo acá para no derrapar.
Ayer otra vez los celos te cegaron, y me lastimaste. Con cada momento de mierda que paso, me lastimas un poco más. Y lo peor es que esta vez siento que va más allá. Porque muchas veces antes en medio del quilombo pensé "no te quiero ver más". Ayer, en medio del enojo, también te lo grité. Pero eso no es lo peor, porque repito, muchas veces antes también lo hice. El problema es que hoy, una vez que el enojo y las lagrimas ya pasaron, lo sigo evaluando como una posibilidad.
Te amo, y no es algo que se me vaya a pasar en un rato. (Si hasta creo que no se me va a pasar nunca). Pero te juro que no puedo más contra vos. Porque así lo siento cada vez que te enojas, gritas y te cegas: siento que estoy luchando contra vos. Contra lo que sos, lo que siempre fuiste, lo que está en tu esencia. No puedo más, y creo que necesito un descanso, puede que sea un tiempo, o quizá más. Pero necesito parar. Poner un freno justo acá para no derrapar.
jueves, 7 de septiembre de 2017
Frágil
Pisoteame, destruime, haceme creer que soy lo peor que hay.
Pegame, ninguneame, humillame.
Repetime incansablemente que no sirvo para nada.
No voy a reaccionar, te juro que no. Puede que llore un poco, que explote estando sola y necesite desahogar todo el veneno, pero nunca te vas a enterar. Porque soy demasiado orgullosa como para mostrarme débil, porque estoy segura de lo que quiero y de lo que valgo aunque a veces me pierda. Retomo el camino enseguida.
Tirá a matar, dale. Estoy segura de que no lo vas a lograr. Te juro que no vas a poder.
No porque no tengas la capacidad, sino porque no me voy a rendir. No vas a ganar. Conmigo en frente, no. Porque soy de las que sigue aunque no pueda más, soy de las que agachan la cabeza y dan pelea, asi que dale, te desafío a intentar derribarme.
Me voy a tambalear un par de veces, vas a creer que ganaste, pero no festejes antes de tiempo Lucifer.
Conmigo no vas a poder, te lo prometo. Te lo juro. Me lo juro.
Nada que me pueda detener. Regla numero uno: no hay nada que me pueda detener.
Pegame, ninguneame, humillame.
Repetime incansablemente que no sirvo para nada.
No voy a reaccionar, te juro que no. Puede que llore un poco, que explote estando sola y necesite desahogar todo el veneno, pero nunca te vas a enterar. Porque soy demasiado orgullosa como para mostrarme débil, porque estoy segura de lo que quiero y de lo que valgo aunque a veces me pierda. Retomo el camino enseguida.
Tirá a matar, dale. Estoy segura de que no lo vas a lograr. Te juro que no vas a poder.
No porque no tengas la capacidad, sino porque no me voy a rendir. No vas a ganar. Conmigo en frente, no. Porque soy de las que sigue aunque no pueda más, soy de las que agachan la cabeza y dan pelea, asi que dale, te desafío a intentar derribarme.
Me voy a tambalear un par de veces, vas a creer que ganaste, pero no festejes antes de tiempo Lucifer.
Conmigo no vas a poder, te lo prometo. Te lo juro. Me lo juro.
Nada que me pueda detener. Regla numero uno: no hay nada que me pueda detener.
sábado, 2 de septiembre de 2017
estabilidad

Despertarte en la casa del chico que amas después de haber cenado con sus papás la noche anterior me parecía irrealizable. Bañarme, desayunar y compartir cosas cotidianas, utópico. Nunca había llegado al punto de compartir el día a día con alguien (con lo lindo que es). Pensé que para cuando llegara a ese punto, ya iba a estar aburrida, monótona, con ganas de volar para otro lado. Y aunque me lo hubieran explicado, no habría entendido. Porque siempre es mejor vivirlo, y descubrir que lo cotidiano, la rutina, eso que haces sin darte cuenta repetidamente, es una de las cosas mas lindas para compartir. La confianza, la comodidad, el entendimiento. Poder estar despeinada y recién levantada, y que no lo importe. Verlo en bóxer, con medias y pantuflas mientras te prepara el mate. Saber que no importa, que esa simpleza de todos los días es ideal con la persona adecuada.
Nunca pensé que se disfrutaba tanto de la cotidianidad. Nunca creí que la estabilidad era lo mío. Creo que sólo necesitaba conocer a Pablo y darme cuenta que la normalidad es lo único que anhelo para nosotros.
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