viernes, 1 de julio de 2016

Cuando era chica y mi papá me regalaba monedas creía que mientras más cantidad tuviera, mejor. Y era capaz de cambiar mi única moneda de $1 por dos de 25 centavos. Crecí y entendí que lo que importa no es la cantidad de monedas que tenga, sino el valor que ellas tienen en si mismas.
»lo mismo pasa con los amigos«

No hay comentarios.:

Publicar un comentario