viernes, 24 de junio de 2016

Lo que fuimos

  Otra vez me encuentro frente a una computadora escribiendo sobre vos. En este mismo blog que tantas veces supo de vos, de las veces que te amé, las que te odié, cuando te superé, y justo ahora, cuando ya no sé que es lo que siento pero igual me empuja a que plasme en palabras lo que adentro mio es imposible de explicar.
  No, no te extraño. Y es loco escribirlo, como si los dedos nos quisieran ticlear las letras para conformar la frase. ¿Dudo? Si, muy a menudo para mi gusto. Pero en ese mísero instante en que creo que te necesito miro para atrás y de repente entiendo porqué es que estamos donde estamos. Entiendo porqué dejé de querer tenerte cerca.
  Por mucho tiempo tenerte (si se puede decir que te tuve) fue divertido. Doloroso, frustrante y casi agotador, pero divertido. Con la montaña rusa de emociones, con lo complicado de querer tanto a alguien que sos capaz de dejar tu vida para no perderlo. Pero, ¿sabes qué? eso no es amor. El apego con el que te quise, el terrible drama de las noches en las que nos peleabamos hasta las lágrimas y la felicidad de que nos volvamos a encontrar, no son amor. Miro para atrás y no puedo creer lo mucho que llegue a quererte, a necesitarte. Siendo capaz de pegarte una patada y salir corriendo, y al segundo siguiente volver a correr pero en tu dirección, a abrazarte, a sentirte. Miro para atrás y te juro que me cuesta entender como todo pudo ser tan pero tan intenso, tan fuerte. Tan destrozador. Me destrozaste. Y me costó tanto armarme otra vez, sentirme completa sin vos.
  Era divertido, te juro que si. Saber que nos podíamos amar con locura y odiarnos a muerte con la misma facilidad. Fuimos un circulo vicioso. Somos un circulo vicioso. Y en todo este tiempo lo que más me cuesta decir es esto: no te quiero en mi vida. Y no, no porque haya otro. No por saber que te tengo que dejar porque me haces mal. No te quiero en mi vida porque lo que sentimos desde hace tanto no es amor. Y me duele, te juro que si, pero es hora de que crezcas justo como yo tuve que hacerlo hace un tiempo. Salgamos de este vicio, por favor. Dejame, soltame, andate. Quiero estar lejos de vos lo que me resta de la vida. Quiero conocer personas nuevas sin la necesidad de tener que compararlas con lo que vos me hiciste sentir. Soltame, por favor. No me obligues a hacer que me odies. Necesitas estar lejos de mí tanto como yo te necesito lejos a vos. Tres años ya pasaron. TRES. Dejemos el vicio.
  Mirá para atrás, dejá de hacerte el superado por solo un rato. Entendé porque fue que nunca funcionamos. Mirá para atrás, y entendé que las cosas son una vez en la vida. Que lo que no fue, difícilmente sea ahora. Por favor mirá para atrás, comprendé porqué dejarnos ir es lo mejor que nos puede pasar. Por favor, cortá eso que nos ata. Yo ya lo entendí, te toca a vos. Soltame

((un día me vas a entrañar tanto, que sabrás que solo se coincide una vez en la vida - Jorge Muñoz))

No hay comentarios.:

Publicar un comentario