martes, 24 de mayo de 2016
sábado, 21 de mayo de 2016
Su mano
SOLTAR EL MUNDO
Hace varios días me vengo preguntando que es lo que tiene de especial él, que otros no. Y no puedo encontrar respuestas. No puedo encontrar argumentos válidos para explicar lo que siento.
Y lejos de dudar sobre si realmente lo siento o no, me puse a pensar también en que es lo que estoy buscando con todo lo que hago. Y otra vez, nada.
Es que es justamente eso: nada.
Ya nueve meses se cumplieron y yo sigo firme al lado de alguien que ni siquiera estoy segura de si me reconoce. ¿Porqué? Y pasé por tanto en estos meses, que es difícil decir con exactitud cuando fue que lo empecé a querer.
La verdad es que no busco justificarme en frente de nadie, porque a mi con lo que siento me alcanza, pero la duda de como es que yo, con todo lo que fui, sea hoy la que soy realmente me intriga. Tuvo que haber existido en algún momento un punto de inflexión, un antes y un después, una razón.
Y sonrío al darme cuenta que sé exactamente cuando sucedió. Es más, podría hasta dar la fecha exacta: viernes 4 de septiembre del 2015.
El punto de inflexión, el click y la razón fue cuando me di cuenta que yo quería hacer una sola cosa en el mundo y era sostener su mano. Lo escribí hace mucho en este mismo blog: "Se me derrite el corazón cuando lo veo. Me derrito completa yo cuando le doy la mano y siento su apretón.
Mi mundo se cae a pedazos y yo solo procuro tener mil brazos, con mil manos para agarrar todo lo que se cae, cuando en realidad, solo quiero sostener su mano"
Por eso no sé que responder cuando me preguntar porqué. Porque en realidad no hay respuesta. Por eso no pretendo defenderme cuando se ríen o me atacan. Porque los perdono por no saber entenderme. Porque me compadezco de ellos que solo se permiten sentir bajo las reglas que dicta la sociedad.
Hoy estoy segura de una sola cosa y es que me alegra muchísimo haber decido sostener su mano, y haber soltado al mundo, solo porque si hubiera sido al revés hoy sería una más de los que atacan por no poder entender que quizá no todos sentimos ni accionamos igual.
martes, 17 de mayo de 2016
El sin fín
Juego o Ejercicio de improvisación donde situaciones diferentes son transitadas por mismos actores sin final.
+ En cualquier otro ámbito esto sería considerado cruel. Una carrera sin fín, agotadora. Una lluvia sin fín, melancólica. Hasta comer sin fín es insano. ¿Porque entonces no nos cansamos?
Mismos actores, diferentes situaciones. Sin final. Eso somos: todo y a la vez nada +
INTENSIDAD. Un amor tan fuerte. Un odio igual de resistente. Idas, vueltas. Tocar el cielo, y volvernos polvo, todo junto. Entre nosotros no existen medias tintas, porque esto no es para tibios.
Y aún estando segura de amar perdidamente a otro, me es imposible pensar que seria de mi sin esto: sin él y su intensidad. Esa fuerza que nos arrastra hasta juntarnos cuando estamos alejados y nos rechaza cuando nos acercamos demasiado.
El sin fín de estados y emociones. Con ese noséqué que nos obliga a caer otra vez. A mí, y también a él. A que me busque aún sabiendo que soy todo lo que le da miedo. Y a mí, a caer aún sabiendo que representa todo lo que odio.
Tan irresistible. Tan simple y complejo a la vez. Algo (no sé qué) nos une. (Y al parecer nos va a unir siempre). Me rindo. Sé que él y yo no tenemos final.
Viejo karma, no te olvides nunca de volver. (Aunque después nos duela todo) Aunque nos volvamos polvo.
Nada iguala lo que siento cuando tocamos el cielo.
domingo, 15 de mayo de 2016
Hay cosas demasiado difíciles de explicar. No sé como explicarte porque sentirlo es mejor dice el Pity. Sentirlo. Todo es tan sencillo como eso. Tan sencillo como dejar todo atrás cuando lo veo feliz. Saber que lo que está pasando es una mierda, saber que mil cosas pueden pasar en el futuro (y entender que la mayoría no son buenas) y aunque todo sea demasiado complicado... seguir. Cuando lo veo sonreír mi mundo es más sencillo. Me hace levantar la cabeza y seguir firme en la pelea. Su sonrisa trasmite fuerza. Coraje. Energía. Ganas de seguir aunque duela todo.
Tan sencillo como que se podría haber muerto. Y sin embargo yo puedo hoy disfrutar todavía de su sonrisa.
Lo explique bien?
No creo. Porque lo que siento cuando lo veo es tan grande que ni siquiera me cabe en el pecho.
Sentirlo es mejor.
Porfavornodejesdesonreir
lunes, 9 de mayo de 2016
domingo, 1 de mayo de 2016
Ya no me gusta tanto el chocolate como antes, ni pienso que solo cosas malas me pueden pasar. Empecé a escuchar otro tipo de música, y a creer un poco más en la gente y el amor. Sigo saliendo a bailar, pero ya no lo disfruto. No me quiero maquillar, ni cambiar, ni arreglar el pelo. Todos los boliches me dan igual. Pero tomo. Mucho más de lo que te puedas imaginar. Mucho más de lo que tomaba cuando me conociste. Tomo al exceso, y ni el vodka que me quema la garganta al tragar puede ayudar a como me siento.
También deje de ir a la cancha, o voy muy poco. Simplemente porque no disfruto del fútbol como antes. Duermo mucho, demasiado. Estoy dejada. Nadie me interesa lo suficiente como para animarme a vivir. A salir de mi casa. Todos son tan iguales unos a otros, tan tristes, tan vacíos, tan desconectados. O quizá solo sea yo. Tan triste, tan vacía, tan desconectada. Corriendo desesperada en busca de algo que me devuelva las ganas de sentir.
Conocí a alguien (y ni te gastes en sentirte mal, porque no significa nada). Solo lo voy a su departamento, a sus previas, a sus besos y su compañía para olvidarme un poco de vos. De lo que te extraño. Pero en vez de olvidar siempre termino cayendo en la cuenta de que el nunca va a poder ser vos. Estoy enloqueciendo.
Cambié. Mi mundo entero cambió. Y esta es una patética y desesperada manera en la que me propongo rogarte que vuelvas. Volvé amor que te necesito.