Creo que existen dos tipos de felicidad: la eufórica que desea compartir con el mundo lo que le sucede, y la que viene de la calma de sentirse pleno y en eje. Hoy experimento la segunda, y una vez más mi artista favorita sacó 16 canciones que resumen esa sensación casi a la perfección.

Luces de navidad en la pared en la que mi cama está apoyada. Un vaso de vino blanco en mi mano derecha, vos a mi izquierda. Estoy escuchando por primera vez el octavo álbum de Taylor cuando decís “te traje un chocolate” y toda la escena parece estar en sepia y tener el mejor soundtrack de la historia. Las nuevas canciones de Tay encajan a la perfección con esa sensación que me provocas: sentirme como en casa aunque afuera el frío pudiera congelarme. El frío puede querer alcanzarnos las veces que quiera porque dudo que lo logre.
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