Hay amores que son para siempre, aunque terminen.
Sonrío, pienso, lo siento.
Hoy es uno de esos días en los que siento que dejaría todo por verlo sonreír.
Uno de esos benditos días en los que el corazón se me llena de amor, que el miedo desaparece, y todo parece equilibrado y liviano.
Uno de los días en los que puedo jurar que estamos en el camino correcto. ((pase lo que pase))
Y me encantan estos días. Porque son los que me hicieron entender que no importa si llegamos a estar juntos realmente algún día o no. No importa si todo vuelve a ser normal, o no. No importa porque lo que sí importa, es que lo adoro, y me gusta verlo sonreír. Y fluir con eso.
Fluir con el hecho de que justo ahora siento que él va a ser el que más quiera en esta tierra por mucho tiempo. (Aunque esté con otro).
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