Habrá que encontrar algún lugar para esconderse, o habrá que entrometerse un poco más.
Siempre va a ser así, no? Muerta de miedo, pero firme sin poder dar un paso hacia el costado. Cada milímetro de mi piel quiere correr a esconderse. Alejarse y protegerse del posible sufrimiento. Pero los pies no responden cuando la orden se trata de correr lejos de vos.
A veces te detesto por hacerme sentir tan vulnerable. Tan frágil.
Te detesto cada vez que caigo en la cuenta que si querés, en un solo movimiento me podés hacer mierda.
Y me detesto también, por no poder dejar que el miedo sea más fuerte.
Me detesto cada vez que me encuentro a mi misma haciendo un esfuerzo sobre humano para confiar. Confiar en que todo va a resultar bien. Confiar en que no me vas a lastimar.
Pero también, nos amo. Te amo a vos, y me amo a mi cuando estoy con vos. Con el quilombo que somos juntos, pero con lo bien que nos entendemos.
Y justo ahí, cuando te veo, y cuando me ves. Cuando me mirás y me entendés sin que tenga que hablar. Cuando te parás al lado mio y no me permitís caer. Justo ahí, el miedo parece no existir.
Y si el miedo no existe no hay razón para huir (aunque sea por 10 minutos).
Habrá que desempolvar el disfraz de valiente, y salir a tropezar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario