"¿para vos vamos a funcionar?" las dudas sobre el futuro. "No tengo ni idea, pero lo podes averiguar"
La primer pregunta me la hizo una amiga, la segunda es mi respuesta. ¿Increíble, no? Hace un tiempo no me hubiera dado la sangre para bancarme tal respuesta. Porque me habían lastimado, y porque no quería que nadie lo volviera a hacer. Tenia miedo. Mucho miedo. Y la peor parte del miedo, es que es contagioso. Se puede trasmitir casi sin pretenderlo, en una cadena que parece no acabar nunca. Una cadena de gente que vive en la paranoía, que no se permite sentir, y por lo tanto, tampoco se permite ser feliz. Si hasta sentir dolor deberia alegrarnos, solo porque es una muestra de que efectivamente sentimos y estamos vivos. Podés elegir no sufrir, no sentir nunca ese dolor arrazador. Pero entonces también estas eligiendo no sentir nunca la felicidad.
Elegir trasmitir el amor, ese que se siente (y no se piensa demasiado) es de las desiciones tomadas que más orgullosa de mi misma me hacen. El que es puro, y genuino. El que no podés explicar, pero tampoco evitar. El más lindo que existe. El amor sano.
Si, arriesgate. Andá al frente. Jugatela. Rompete toda en el proceso. No importa. Los corazones fueron hechos para latir y sentir. Guardarlo en una cajita de cristal, es desperdiciar su uso.
Morite de amor, porque de cualquier forma es lo único que te hace sentir realmente viva.
Los corazones rotos, pueden sanarse. Los corazones con miedo, acaban transformados en piedra.
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