Sos lo mas parecido al amor que conozco. Y aunque no tendría porque ser para siempre, no puedo dejar de pensar en que puede que sea así. Que en realidad lo nuestro nunca fue coincidir. Aceptar que hasta acá llegamos.
Duele tanto que no dejo de llorar. Cada cinco minutos corro a encerrarme, a estar sola. Al baño, a mi piesa, a cualquier lugar en el que las lagrimas puedan irse de mi cuerpo sin que nadie me haga preguntas. No quiero contestar preguntas, solo quiero llorar hasta hacerme agua. Hasta desaparecer.
Me duele pensar que no hay nada que yo pueda hacer. Y si, perdón amor, me estoy rindiendo. Yo, la misma que te pidió mil veces a vos que no lo hicieras, me rindo. No doy mas, te juro que no. Estoy tan pero tann cansada. De esperar, de sufrir, de llorar. No puedo bancarte mas en esta, y me duele mas a mi que a vos, pero no puedo seguir destruyéndome a mi misma para armarte a vos. Justo ahora yo te necesito completo, más que nunca necesito tu fuerza y tu valor. Pero vos apenas podes con lo que te pasa, y si tengo que elegir a quien de los dos salvar, la respuesta siempre vas a ser vos. Te elijo por sobre todo.
"Ya no puedo seguir siendo fuerte por vos, encontrá tu propia fuerza" te dije la ultima vez que nos vimos. Ojalá todo fuera mas sencillo. Ojala no necesitara hacer esto, ojalá esta entrada se tratara de lo felices que somos. Pero llegamos hasta acá, y lo que no se puede cambiar se debe aceptar.
Esta es mi despedida. Y mi rendición. Me rindo, y me duele, pero no quiero seguir sintiéndome tironeada. Te estoy dejando ir, amor. Lo que más deseo en el mundo es que puedas encontrar por vos mismo toda esa fuerza que yo no pude seguir trasmitiendote. Ojalá seas siempre muy feliz.
Ojalá algún día despertemos y entendamos que esto fue necesario. Ojalá algún día todo esto valga la pena, el llanto, el dolor que nos toca hoy. Te amo, y eso no va a cambiar.
Acá estoy despidiéndome (marcando tu rencor, lo sé) estoy confiado que el tiempo nos dirá que así estuvo bien.
domingo, 24 de julio de 2016
martes, 19 de julio de 2016
Desperté
Me gustaría no estar triste, pero a veces es necesario.
Me gustaría que todo fuera diferente, pero es necesario que sea así. Necesitamos sufrir para aprender y aunque suena cruel, es simplemente lo mejor que puede pasarnos. Sufrir, desgarrarse y sangrar. Porque morir es el paso anterior a renacer.
Hoy me gustaría poder decirle te amo sin tener que llorar después. Sin sentirme tan sola.
No es suya ni mia la culpa, pero igual llegamos hasta acá y ahora no sé muy bien para donde agarrar. Y ese estúpido miedo idiota a equivocarse. No le tengo miedo a sufrir, a morir, a desgarrarme. Lo que me da miedo es que el sufra, muera y se desgarre. Me da mucho miedo provocarle dolor. Y estoy igual que hace años, dejando ir a los que quiero solo porque soy como un cactus y sé que en cuanto se me acerquen van a sangrar. El karma más grande con el que cargo. Lastimar a los que amo.
Es mejor para vos, que hoy yo no sea nada. Y salí, caminé buscando las palabras para hacerte entender que de mi te alejaras. Hoy para tí, es mejor estar lejos de mi. Ay amor, vas alejarte. Hoy vas a odiarme. Para salvarte, voy dejarte ir.
domingo, 17 de julio de 2016
aparecé decidí ayudame
El amor y el sexo nunca son como los ves en las películas. (puede que mejores o peores, pero nunca como te lo pintan). Pero eso es algo que aprendes con el tiempo, con las experiencias. Te la das contra la pared una o dos veces y aprendes que no todo es tan lindo ni tan ideal. Y entendes que estar con alguien no implica solo quererlo, porque con amor no alcanza. Y te lastiman, una, dos, mil veces. Y empezas a desarrollar en vos patrones, muros, formas de evitar (aunque sea inevitable) que eso te vuelva a pasar.
Así fue como yo empecé a generar una tendencia a la huida. Salir corriendo, escaparse. Dejar todo sin mirar atrás. Cuando se me acercaban demasiado, cuando algo no me gustaba, cuando todo pintaba para mal. Hacia el bolso y me las tomaba. Empezaba de vuelta, de cero en un nuevo lugar.
Por eso me gustan tanto los amores intensos, verdaderos, fuertes. Porque haces sin dudar eso que toda tu vida dijiste que no harías. Todo eso que nunca hiciste.
Yo tendría que haber salido corriendo, pero por alguna extraña razón no pude. No pude hacer eso que era lo más sencillo del mundo para mi. ¿Porque no pude? Rompí con mi patrón, con eso que yo usaba de coraza de protección. No me escapé. Y al no hacerlo me encontré con todo un mundo nuevo que no tenía idea de que existía. Aprendí mucho. (Sufrí también) pero lo más importante es que cambié, pudiendo hoy asegurar que la que se escapaba... ya no existe.
Por eso ahora me cuesta tanto decir ya fue. Porque antes era la frase que me decía, la que me repetía para no sentirme mal. Ya fue, esta mejor sin mi. Si soy un desastre, ¿para que me voy a quedar?. Le estoy haciendo un favor.
Justo ahora simplemente no puedo salir corriendo. No puedo decir ya fue. No me sale. Por primera vez en mi vida, quiero quedarme aunque siento que me tengo que ir. Y, ¿como hago? Siento adentro que es el momento de pegar la retirada, y mis pies no se quieren mover de donde están. {a contra mano como de costumbre}
"Ya no puedo ser fuerte por los dos" le dije. Y lloramos. Ya no puedo sostener yo sola todo lo que se derrumba. Y aunque quisiera, ya no es parte de lo que tenga que hacer.
Es devastador sentir adentro que todo lo que tenías para dar, ya está sobre la mesa, y que ahora (nada de lo que hagas) es necesario. Siento adentro que ya no me necesita, ni yo a él. Y eso da margen de maniobra para solo dos cosas: elegir quedarse o salir corriendo.
Y la que yo fuí ya estaría cerca de Ushuaia, pero la que soy no está segura de poder dejar todo atrás.
Decime que hago porfavor.
Así fue como yo empecé a generar una tendencia a la huida. Salir corriendo, escaparse. Dejar todo sin mirar atrás. Cuando se me acercaban demasiado, cuando algo no me gustaba, cuando todo pintaba para mal. Hacia el bolso y me las tomaba. Empezaba de vuelta, de cero en un nuevo lugar.
Por eso me gustan tanto los amores intensos, verdaderos, fuertes. Porque haces sin dudar eso que toda tu vida dijiste que no harías. Todo eso que nunca hiciste.
Yo tendría que haber salido corriendo, pero por alguna extraña razón no pude. No pude hacer eso que era lo más sencillo del mundo para mi. ¿Porque no pude? Rompí con mi patrón, con eso que yo usaba de coraza de protección. No me escapé. Y al no hacerlo me encontré con todo un mundo nuevo que no tenía idea de que existía. Aprendí mucho. (Sufrí también) pero lo más importante es que cambié, pudiendo hoy asegurar que la que se escapaba... ya no existe.
Por eso ahora me cuesta tanto decir ya fue. Porque antes era la frase que me decía, la que me repetía para no sentirme mal. Ya fue, esta mejor sin mi. Si soy un desastre, ¿para que me voy a quedar?. Le estoy haciendo un favor.
Justo ahora simplemente no puedo salir corriendo. No puedo decir ya fue. No me sale. Por primera vez en mi vida, quiero quedarme aunque siento que me tengo que ir. Y, ¿como hago? Siento adentro que es el momento de pegar la retirada, y mis pies no se quieren mover de donde están. {a contra mano como de costumbre}
"Ya no puedo ser fuerte por los dos" le dije. Y lloramos. Ya no puedo sostener yo sola todo lo que se derrumba. Y aunque quisiera, ya no es parte de lo que tenga que hacer.
Es devastador sentir adentro que todo lo que tenías para dar, ya está sobre la mesa, y que ahora (nada de lo que hagas) es necesario. Siento adentro que ya no me necesita, ni yo a él. Y eso da margen de maniobra para solo dos cosas: elegir quedarse o salir corriendo.
Y la que yo fuí ya estaría cerca de Ushuaia, pero la que soy no está segura de poder dejar todo atrás.
Decime que hago porfavor.
martes, 12 de julio de 2016
RARO
Es difícil vivir en un mundo que nos trata de normales. Alguien alguna vez creó un estereotipo de normalidad que todos perseguimos sin poder alcanzar. Es que creerse normales es el mayor error. Lo "normal" no existe, todos somos raros. Y entre toda esa rareza, diferente en cada caso, convivimos.
Nadie encaja con el mundo porque quienes lo crearon se encargaron de hacerlo para que nadie encajara. NUNCA. NADIE.
Yo pasé 19 años de mi vida intentando gustarle a todo el mundo. Más que nada en el mundo quería encajar. Estar a la moda y escuchar la música que a todos les gustaba. La verdad es que no me gustaba esa música, y nunca llegaba a estar "en la onda". Era una idea bastante idiota, pero solo lograba hacerme sentir mal. Tanto quería encajar que me puse de novia con el que era "el más lindo del colegio" solo porque a la mayoría de las chicas les gustaba. (¿Como no iba a gustarme a mi?)
Y me comporté así, como una estúpida, hasta el extremo, hasta que no pude más.
Casi me pierdo a mi misma, pero lo entendí. No se puede encajar. No hay forma de lograrlo. Y créanme que esos que se jactan de lograrlo en realidad están mintiendo. Perdí 19 años de mi vida intentando ser alguien que no soy.
Pero hace casi un año elegí empezar a aceptarme, a quererme, gustarme a mi misma y hacerme feliz. Permitirme disfrutar de todo lo que quiera, no restringirme ni limitarme. Sin definirme. Y no encajo en el mundo, pero empecé a disfrutarlo.
Y entendí que nunca tendría que haberme esforzado por encajar. Porque no se puede gustarle a todo el mundo. Siempre van a estar señalándote los defectos, y parte de crecer y madurar es entender que eso que odias, es también parte de lo que sos. Como en un yin y yan, un complemento.
Hoy estoy orgullosa de no encajar, de que a veces me miren como si estuviera loca. Que me miren mal por no ir para el mismo lugar que van todos. Por que en realidad nadie sabe a donde va.
Todos somos raros. No lo escondas, son tus rarezas las que te vuelven único.
Nadie encaja con el mundo porque quienes lo crearon se encargaron de hacerlo para que nadie encajara. NUNCA. NADIE.
Yo pasé 19 años de mi vida intentando gustarle a todo el mundo. Más que nada en el mundo quería encajar. Estar a la moda y escuchar la música que a todos les gustaba. La verdad es que no me gustaba esa música, y nunca llegaba a estar "en la onda". Era una idea bastante idiota, pero solo lograba hacerme sentir mal. Tanto quería encajar que me puse de novia con el que era "el más lindo del colegio" solo porque a la mayoría de las chicas les gustaba. (¿Como no iba a gustarme a mi?)
Y me comporté así, como una estúpida, hasta el extremo, hasta que no pude más.
Casi me pierdo a mi misma, pero lo entendí. No se puede encajar. No hay forma de lograrlo. Y créanme que esos que se jactan de lograrlo en realidad están mintiendo. Perdí 19 años de mi vida intentando ser alguien que no soy.
Pero hace casi un año elegí empezar a aceptarme, a quererme, gustarme a mi misma y hacerme feliz. Permitirme disfrutar de todo lo que quiera, no restringirme ni limitarme. Sin definirme. Y no encajo en el mundo, pero empecé a disfrutarlo.
Y entendí que nunca tendría que haberme esforzado por encajar. Porque no se puede gustarle a todo el mundo. Siempre van a estar señalándote los defectos, y parte de crecer y madurar es entender que eso que odias, es también parte de lo que sos. Como en un yin y yan, un complemento.
Hoy estoy orgullosa de no encajar, de que a veces me miren como si estuviera loca. Que me miren mal por no ir para el mismo lugar que van todos. Por que en realidad nadie sabe a donde va.
Todos somos raros. No lo escondas, son tus rarezas las que te vuelven único.
miércoles, 6 de julio de 2016
Jodido estás
Pero lo que realmente me rompe las pelotas es que lo peor todavía no llego. Y te preguntas, ¿qué hice mal? ¡Nada! Sos sólo una mosca que matan por matar. Te jodes si no te moves
¿Tiene esto algún sentido? Criticas, criticas, criticas. Bla, bla, bla, bla. No debería ser así, pero me pesa tanto la mirada de mi alrededor. Debería haber aprendido que no puedo gustarle a todo el mundo, y que todas esas razones por las que algunas personas me adoran, van a ser las mismas por las que otros miles me odien. Me critiquen, me ataquen, me destrocen.
Y en lo único que puedo pensar es en lo fuerte que tengo que ser para sobrevivir, para sobreponerme, para ser yo sin miedo a que otra vez me busquen el error. ¿Porqué el común de la gente es tan injusta? ¿Porque es tan cruel? ¿Porque pierden tiempo en atacarme sin conocerme, cuando podría probar conocerme y entonces odiarme, amarme, criticarme o atacarme, pero con razones? Con verdaderas razones. Me deshice de mi vieja coraza, y ahora estoy arrepintiéndome. A veces me gustaría ser un cero izquierdo, invisible totalmente. A veces me gustaría quedarme quieta sin hacer nada, para que nadie tenga razones para criticar mi accionar. Pero entonces me acuerdo de que si te quedas quieta, entonces te critican por estarlo. Por respirar, por caminar, por lo que sea. Siempre encuentran razones. Siempre defectos. Siempre el error. Váyanse a cagar, yo elijo quedarme con la gente que se sobrepone (como yo) a los errores mundanos que podamos cometer, y vive, comparte y se alegra por los de su alrededor.
¿Tiene esto algún sentido? Criticas, criticas, criticas. Bla, bla, bla, bla. No debería ser así, pero me pesa tanto la mirada de mi alrededor. Debería haber aprendido que no puedo gustarle a todo el mundo, y que todas esas razones por las que algunas personas me adoran, van a ser las mismas por las que otros miles me odien. Me critiquen, me ataquen, me destrocen.
Y en lo único que puedo pensar es en lo fuerte que tengo que ser para sobrevivir, para sobreponerme, para ser yo sin miedo a que otra vez me busquen el error. ¿Porqué el común de la gente es tan injusta? ¿Porque es tan cruel? ¿Porque pierden tiempo en atacarme sin conocerme, cuando podría probar conocerme y entonces odiarme, amarme, criticarme o atacarme, pero con razones? Con verdaderas razones. Me deshice de mi vieja coraza, y ahora estoy arrepintiéndome. A veces me gustaría ser un cero izquierdo, invisible totalmente. A veces me gustaría quedarme quieta sin hacer nada, para que nadie tenga razones para criticar mi accionar. Pero entonces me acuerdo de que si te quedas quieta, entonces te critican por estarlo. Por respirar, por caminar, por lo que sea. Siempre encuentran razones. Siempre defectos. Siempre el error. Váyanse a cagar, yo elijo quedarme con la gente que se sobrepone (como yo) a los errores mundanos que podamos cometer, y vive, comparte y se alegra por los de su alrededor.
"Pensar es difícil, por eso es que la mayoría de la gente prefiere juzgar." CJ. Jung
viernes, 1 de julio de 2016
Cuando era chica y mi papá me regalaba monedas creía que mientras más cantidad tuviera, mejor. Y era capaz de cambiar mi única moneda de $1 por dos de 25 centavos. Crecí y entendí que lo que importa no es la cantidad de monedas que tenga, sino el valor que ellas tienen en si mismas.
»lo mismo pasa con los amigos«
Suscribirse a:
Entradas (Atom)