viernes, 5 de febrero de 2016

Aunque cueste

   Me cuesta mucho escribir esto en realidad. Pero igual te lo quiero escribir.
   Yo no tengo fotos lindas juntos. Ni soy tan valiente como para ponértelo en el muro de facebook y que todo el mundo lo lea. Podría hasta decir que no lo hago público porque no necesito que nadie sepa todo lo que me pasa a mi adentro pero... pero sería mentira. Yo si quiero que alguien sepa todo lo que me pasa adentro, y ese alguien sos vos. Y no sé si algún día vas a llegar a leer esto, pero supongo que me lo tengo que sacar de adentro.
  Tampoco tengo historia larga que nos una. Casi no tenemos recuerdos en común, y nos conocemos un poquito, asi como por arriba. No conozco a tus amigos, o solo a unos pocos. Conocí a tu familia bajo estas circunstancias (y no son las que me gustarían).
  Nunca fuimos al cine por ejemplo. Y nunca terminamos de ver esa serie que me hiciste prometer que iba a ver solo con vos. Que dicho de paso, no miré. Y me estoy muriendo de intriga.
  Yo no puedo asegurar cuanto me queres ni las demostraciones de amor que tuviste para conmigo, porque no tuvieron tiempo de existir siquiera.

  Por eso te escribo acá, donde pocos lo leen: porque lo único que tengo es lo que yo siento.
  Muchos (por no decir casi todos) no pueden entender como fue que hice para actuar como actué. Me lo dicen casi envidiando mi accionar, y sintiendo que ellos nunca hubieran podido.
  A todos les contesto que ni yo se lo que hice en estos seis meses. Solo me deje llevar por lo que tenia ganas, por lo que sentía que quería hacer. Y quería verte. Así que iba a la clínica. Y después quería verte otra vez, entonces iba al FLENI. Sin sentirme obligada. Sin hacerlo esperando que algún día me devolvieras algo. Yo solo lo hice porque yo lo sentía así. Respondiendo a lo que me hacía bien.
  Vos. Eso era lo que me hacía (y hace) bien. Verte sonreír, progresar, avanzar en tan poco tiempo y con tantas ganas. Ver en vos ganas de seguir.
   Escribo porque en realidad quiero dejarte en claro (si alguna vez lees esto), que no me debes nada, que lo hice por puro amor que te tengo. Que lo hice por mí, y no por vos. Y que lo único que me mantuvo en pie este tiempo fue el querer verte ser feliz otra vez.
  Por eso escribo, porque si intentara decirlo solo lloraría como una idiota. Porque a mi, y aunque no parezca, la mayoría de las cosas me hacen llorar.
  Escribo porque en realidad, me importa una mierda quien lo lee. Porque acá, en mi blog, en mi lugar, en donde yo me siento segura, ninguna cantidad de me gusta o comentarios pueden condenarme.
  Te quiero, Pablo. Y te quiero bien, por encima de todas las cosas. Por encima de lo que sea que puedas decidir. Y quiero más que nada en este mundo, que seas feliz. (eso me incluya, o no). Fuerza, amor! que falta la última etapa y no tenes que caer. Te envío mi luz, como siempre. Vence tus miedos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario