Que dificil es ver la hoja en blanco y empezar, eh? Y por donde arranco? Exactamente eso mismo, pero en realidad no estoy hablando de la escritura, o tal vez sí, o quizá un poco de cada tema. Me cuesta empezar a escribir, claro. Pero también me cuesta empezar en general. A veces me abatato. (jaja que palabra divertida, cómo hicimos un verbo de una verdura? Abatatarse. Bueno, me distraje) Exactamente eso mismo, pero no estoy hablando de batatas.
Tengo un negocio propio. Es duro tenerlo in this economy pero ahí va, haciendo camino al andar. Me di cuenta hace poco que a veces voy hacia las cosas antes de estar preparada, y termino teniendo un negocio a cargo cuando en realidad la idea era tener una changa con las uñas. Lo que hizo que cometa muchos errores que podrían haberse evitado si hubiera tenido las herramientas que hice a los golpes. Pero la cosa es que ya no quiero que eso me pase porque es duro descubrir que la respuesta estaba escrita en ese libro que leíste cuando el error ya estaba cometido. Me gustaría poder anticiparme a todo porque no soporto equivocarme. Asi que tengo ansiedad y otros trastornos sin diagnosticar (o eso dice tiktok, jajan't).
Pero la cosa también es que cada día me hago más amiga mía, y me perdono por cometer errores haciendo mi mayor esfuerzo, por que lo que importa en realidad es que al final aprendí, no? No puedo distrerme mucho con mirada juzgadora de que mi proceso no haya sido perfecto, porque eso me distrae del objetivo final. Y cuando me voy por las ramas, la raíz pierde fuerza. Ah re. Pero si.
Me di cuenta también que tener una vida rutinaría, haciendo lo mismo cada día con horarios determinados hace que me sienta mejor. Yo, la que decía que la rutina la aburría. Creo que en realidad lo que pasaba en ese momento es que lo que me aburría era mi vida. Mi novio. Mi trabajo. Mis vínculos. Hoy todo tiene tanto brillo en sí mismo que no necesito mirar hacía el costado para ver que los demás tienen mejores vidas que la mía. Siento que por demasiado tiempo relegé mi felicidad en lo que a los demás los hacía felices. Porque yo los veía desde afuera y eso parecían, felices. Entonces creía que eso mismo haría que yo me sintiera igual. Pero no. Quizá desde afuera me veía feliz como esos que observaba pero en realidad carecía de sentir. Hasta que conocí a alguien que me hizo sentir hasta los huesos. A mí. Porque cuando decidí que no me importaba quien estuviera viendo, me permití conocerme. Tenía todo el día para llenar con algo que me gustara, porque estabamos en cuarentena. (jaja o sea WHATS viví una pandemia). Una que me permitió desechar lo que veía que les servía a los demás para hacer lugar a lo que yo tenía ganas de probar. Fuí tan profundo que me avergoncé, esa oscuridad era parte de mí. dseeeeeeeeeeeeeeewwwwwwwwwwwwfg (palabras del Doby que acaba de pasar por arriba de la compu jaja) Fui tan profundo que me gusté. Y comprendí que soy ambas partes por igual, que todo lo puedo pero también todo lo destruyo, y que solo depende de mí hacía donde dirijo la gran energía que cargo.
Asi que ahora que me escucho, me digo tantas cosas que a veces me aturdo. Pero también después de un rato, cuando el griterío se calma, la respuesta se vuelve tan genuina que es difícil no prestarle atención. Exactamente eso, con cada pequeña parte que constituye mi vida.
Me gustaría poder anticiparme a todo, pero eso sería cruel conmigo, que no tendría espacio para experimentar lo rico de los procesos. Con la gracia de sortear todo el sentir que eso pueda traer. Me gusta sentir. Es lo único que sé que voy a llevarme de este plano. Como esos recuerdos que se te graban a fuego en la memoría porque fuiste muy feliz. O muy triste. O porque te dió mucho miedo. O rabia. O emoción hasta las lágrimas.
Agradezco la abundancia que disfruto. La que yo misma creo con mis pensamientos y acciones.
(era tan simple, y yo me la compliqué tanto, jaja)