A veces me parece tan increíble que me cuesta creerlo. Hacía años (muchos) que no me sentía así, con suerte de que alguien como él me diera un poco de atención a mí, que tan poco me considero bajo su brillante esplendor. Me siento chiquita bajo su figura, admirándolo desde las gradas mientras él se roba toda la atención del mundo, mientras veo como muchos aman lo mismo que yo, muchos quieren lo mismo que yo, y como pueden quitarme lo que ni siquiera podría reclamar como mío.
Me vuelvo aún más pequeña cuando caigo en la cuenta de que la decisión es suya y eso podría implicar un adiós, un corazón pisoteado y una lista interminable de razones por las que ya no querría seguir sonriendo nunca. Y el miedo es constante, y el peligro siempre acecha y yo me siento cada vez más indefensa, sin frenos de frente a la pared que a gran velocidad se acerca pero nunca llega, lo que lo vuelve aún peor. Tortura sin fin.
Si fuera más linda. Si fuera más divertida. Si pudiera demostrarte que todavía me quedan un millón de cosas hermosas por mostrarte, ese millón de cosas que van a mantenerte conmigo, que van a impedir que quieras ir a buscar a otro lugar lo que en mí no está. Algo que te haga amarme. Solo quiero que nunca dejes de amarme. (Cómo si fuera algo posible de controlar!)
Que tonta. Por eso me dejaron tantas veces. Por eso cargo con tanto trauma de abandono. Porque quiero controlarlo todo. Me vuelvo tan calculadora que me pierdo en el laberinto y ya no encuentro la salida ni la vuelta atrás. Ya no sé que es no estar obsesionada con que te brillen los ojos al verme, notando que poco a poco eso te da igual. Veo volver a empezar eso que tanto me esforcé por evitar. Me vuelvo chiquita frente a la indiferencia que siento. Tan pero tan chiquita que ya no notas mi presencia, me vuelvo humo y vos espejismo. No nos reconocemos al mirarnos, ¿cuando nos perdimos? ¿Fue mi culpa? Me vuelvo gris cenizas de aquello que en algún momento era fuego brillante. Me opaco por el miedo, y doy pase libre a dolor como compañero. Me pierdo y por eso también, te pierdo.
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