Anoche escribí en las notas de mi celular "tener un gato, leer un libro, tomar té de sabores." No sé bien por qué tuve ganas de escribirlo, o de donde vino la idea, pero me parece bastante poética como esa frase ya hecha de "escribir un libro, plantar un árbol, tener un hijo". A ese poquito aspiro, o aspiraba porque parece que ya lo logré. Tengo la vida llena de tranquilidad que siempre deseé. Vivo con mi mejor amigo, nos escuchamos y aconsejamos, cenamos rico mientras vemos te lo resumo así nomas, o alguna peli, o simplemente charlamos sobre como estuvo nuestro día. A veces también salimos a andar en rollers, o a correr o a pasear. Nos hacemos preguntas como "voy al súper ¿querés algo?". Vivir con él es un regalo en muchos aspectos, desde la diversión y libertad de vivir sola, hasta la comodidad de que es con él que me ayuda, comprende, escucha y aconseja en todo.
Estoy siendo muy feliz.
Adopté una gatita (atún), veo la serie que me gusta o leo un libro que me encanta cada noche, tengo una cajita llena de tés de sabores que disfruto muchísimo. Canto, bailo, descanso, dibujo, escribo, pienso, sueño, reflexiono, lloro, descargo, hago mis procesos en la soledad de mi paz. En eso que tanto me costó encontrar: paz.
Crecí creyendo iba a encontrarla en algún otro pero nunca era real, porque el caos siempre que podía reaparecía, porque dos personas intentando entenderse siempre generan un cierto caos hermoso y necesario, pero que de ninguna manera se asemeja a la paz que yo tan incansablemente buscaba. Y ahora me pregunto, si buscaba paz ¿por qué me encaprichaba en el caos?
Creo que lo que Sabri tanto me dijo un poco de razón tenía: me daba miedo la soledad. No por la soledad en sí, o por estar sola a posta (que al fin y al cabo fue lo que hice con mi vida por mucho tiempo) sino creo que lo que más miedo siempre me dio fue no tener a quién recurrir cuando sintiera que no podía más. Una soga, una ayuda, un escape, un apoyo. Un lugar seguro donde resguardarse y reposar las heridas. Hoy me doy cuenta que mi mejor lugar y el más seguro soy yo misma cuando me siento bien. Y que la paz que tanto deseaba encontrar en alguien es nada más y nada menos la que yo misma genero yendo detrás de mis deseos propios y personales. Disfrutando de ese ratito de silencio en soledad que cada noche tengo antes de dormir, esos ratitos en los que charlo conmigo misma y me enamoro un poco más de mis pensamientos, ideas y valores. Esos ratos en los que también discuto, me peleo, me quiero ir de mi misma pero igual me quedo para criticarme, cuestionarme, cambiar y desechar lo que no me gusta, volver a foja cero para empezar otra vez.
Soy lo que siempre necesité, soy todo lo que siempre busqué en alguien más. Soy cada cosa que lloré por no poder encontrar. It was in me, dice Avril Lavigne. Durante todo este tiempo, buscando, llorando, deseando, pidiéndole al universo que me lo enviara, que llegara a mí alguien que tuviera todo eso que necesito para ser feliz y estar en paz: todo este tiempo todo lo que necesitaba siempre estuvo en mí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario