Cuando todo estalló yo era solo una nena. Que solo se preguntaba mil ¿Porque's? hundida en un mar de lagrimas. Tan chiquita y frágil, tan falta de fuerza que no supo como soportarlo. Tan destruida. Como esa mañana cuando lo supe. Como esa tarde cuando te fui a despedir y estabas dormida. Dormida para siempre.
Hoy ya pasaron 4 años. Cuatro. Parece mentira.
Y todavía duele. Duele porque siempre va a doler. Pero a veces el dolor puede convertirse en algo hermoso. A veces, y con mucha fuerza de voluntad, lo podés transformar en ganas de seguir. Y eso es lo que quiero contarte hoy amiga, contarte todo lo que me enseñaste con tu partida.
En un comienzo y como debes imaginar, fue muy duro. Solo tenia 16 años, y mi vida se volvió un caos cuando me enteré que estabas en ese hospital. Te lloré. Mucho. Tanto que ahora hasta me parece absurdo. Lloraba todas las noches pensando en que hubiera pasado si nada pasaba. Si seguíamos como siempre.
Y miraba fotos, y vídeos. Y la angustia es mala compañera. Y todo lo que veía a mi alrededor era inútil, hasta idiota. Y no quería salir de casa. Y no quería hacer nada. Y solo quería dormir. Dormir. ¡Que estupidez! Pero es que yo nunca había sufrido en mi vida, ¿entendes? Nunca. Yo creía que sufría, pero eran idioteces, cosas vacías y sin sentido. Porque sufrir enserio, eso lo conocí con tu partida.
Pero pará, porque no todo fue malo. Y aunque todavía hoy siga llorando cada 19 de febrero, aprendí a sentirte desde acá. Aprendí que tu tiempo y mi tiempo no tenían porque ser iguales, y que donde estés estas bien. Que fue lo que elegiste, y que aunque físicamente ya no te vea, te llevo en el corazón. Conmigo, siempre. Como un recordatorio de encerrarse en el dolor no es la solución.
Aprendí a quererte dejandote ir. A quererte sin retenerte. A que duela, sin que eso me hunda.
Y ahora soy feliz. Eso también te lo quiero contar. Porque espero que vos lo seas donde sea que estés. Porque te lo mereces. Porque sé que lograste la paz que acá tanta falta te hacia. Porque me alegra el corazón imaginarte feliz.
Hoy ya se cumplen 4 años de ese terrible día que tanto me enseñó. Y sigue doliendo si. Pero las lagrimas son mitad de tristeza, y mitad de felicidad. Porque entendí que es mejor valorar el tiempo compartido, que pensar en que no pudimos compartir.
Te amo Aylu, como siempre. Y espero que nos volvamos a encontrar.
viernes, 19 de febrero de 2016
jueves, 18 de febrero de 2016
Los mensajes del universo llegan siempre de formas camufladas. Lo que lo hace divertido, porque presentan un desafío. Eso que necesitas, puede que este ante tus ojos y no lo estés viendo.
Hoy a mi, me llego en forma de imagen y a través de un amigo:
Yo me considero una privilegiada en esta vida, por poder tener acceso a sucesos no acontecidos. Y aunque no pienso explicar demasiado que significa esto simplemente porque me parece un dato secundario... el universo me permite ver pedazos de un futuro todavía no sucedido que esta en proceso de creación. ¿No es increíble? Y aunque todavia estoy aprendiendo a manejarlo, y aunque a veces lo que se me presente en frente pueda ser un tanto traumatico, muchas de las otras veces son momentos de felicidad, o momentos dificiles por los que yo o alguien va a transitar, y que son necesarios. Y a eso es a lo que voy. Todo es parte de un plan perfecto. Y hoy, y en esta humilde entrada de blog, quiero agradecerle al generoso universo, por permitirme espiar por una pequeña rendija todo eso que aún no sucedió. Porque es lo que siempre quise. Porque siempre quise saberlo todo, y se me dió la posibilidad de llegar a eso que nadie puede llegar aún, solo porque aún no sucedió. Gracias, gracias GRACIAS. Soy una agradecida al mundo, a la vida y al universo. Y a mi misma, porque dia a dia me permito ser más conciente y llena de amor, llena de luz. Otra vez, gracias.
Hoy a mi, me llego en forma de imagen y a través de un amigo:
"Agradece tus dones". Linda, ¿no? Nunca lo había pensado como algo que era necesario agradecer. Pero un don es algo que se regalo, algo que te llega de arriba, y que aunque no podes elegirlo a gusto, si es exactamente lo que iba con vos.

viernes, 12 de febrero de 2016
No salgo a buscarte, porque sé que corro el riesgo de encontrarte.
Sos el que nunca se vá. Como un vicio que quiero, pero no se como dejar.
Y ahora tus abrazos recorriendo mi memoria. Y las ganas de sentir uno otra vez. ¿Loco, no? Después de todo lo sucedido y el dolor que me causaste todavía tengo ganas de abrazarte. Já. ¿Que será lo que tienen esas personas que son debilidad aunque pasen años? Porque eso sos. Un vicio, una debilidad. Al que sé que no quiero en mi vida, pero que igual no puedo evitar sentir.
Sos el que nunca se vá. Como un vicio que quiero, pero no se como dejar.
Y ahora tus abrazos recorriendo mi memoria. Y las ganas de sentir uno otra vez. ¿Loco, no? Después de todo lo sucedido y el dolor que me causaste todavía tengo ganas de abrazarte. Já. ¿Que será lo que tienen esas personas que son debilidad aunque pasen años? Porque eso sos. Un vicio, una debilidad. Al que sé que no quiero en mi vida, pero que igual no puedo evitar sentir.
sábado, 6 de febrero de 2016
viernes, 5 de febrero de 2016
Aunque cueste
Me cuesta mucho escribir esto en realidad. Pero igual te lo quiero escribir.
Yo no tengo fotos lindas juntos. Ni soy tan valiente como para ponértelo en el muro de facebook y que todo el mundo lo lea. Podría hasta decir que no lo hago público porque no necesito que nadie sepa todo lo que me pasa a mi adentro pero... pero sería mentira. Yo si quiero que alguien sepa todo lo que me pasa adentro, y ese alguien sos vos. Y no sé si algún día vas a llegar a leer esto, pero supongo que me lo tengo que sacar de adentro.
Tampoco tengo historia larga que nos una. Casi no tenemos recuerdos en común, y nos conocemos un poquito, asi como por arriba. No conozco a tus amigos, o solo a unos pocos. Conocí a tu familia bajo estas circunstancias (y no son las que me gustarían).
Nunca fuimos al cine por ejemplo. Y nunca terminamos de ver esa serie que me hiciste prometer que iba a ver solo con vos. Que dicho de paso, no miré. Y me estoy muriendo de intriga.
Yo no puedo asegurar cuanto me queres ni las demostraciones de amor que tuviste para conmigo, porque no tuvieron tiempo de existir siquiera.
Por eso te escribo acá, donde pocos lo leen: porque lo único que tengo es lo que yo siento.
Muchos (por no decir casi todos) no pueden entender como fue que hice para actuar como actué. Me lo dicen casi envidiando mi accionar, y sintiendo que ellos nunca hubieran podido.
A todos les contesto que ni yo se lo que hice en estos seis meses. Solo me deje llevar por lo que tenia ganas, por lo que sentía que quería hacer. Y quería verte. Así que iba a la clínica. Y después quería verte otra vez, entonces iba al FLENI. Sin sentirme obligada. Sin hacerlo esperando que algún día me devolvieras algo. Yo solo lo hice porque yo lo sentía así. Respondiendo a lo que me hacía bien.
Vos. Eso era lo que me hacía (y hace) bien. Verte sonreír, progresar, avanzar en tan poco tiempo y con tantas ganas. Ver en vos ganas de seguir.
Escribo porque en realidad quiero dejarte en claro (si alguna vez lees esto), que no me debes nada, que lo hice por puro amor que te tengo. Que lo hice por mí, y no por vos. Y que lo único que me mantuvo en pie este tiempo fue el querer verte ser feliz otra vez.
Por eso escribo, porque si intentara decirlo solo lloraría como una idiota. Porque a mi, y aunque no parezca, la mayoría de las cosas me hacen llorar.
Escribo porque en realidad, me importa una mierda quien lo lee. Porque acá, en mi blog, en mi lugar, en donde yo me siento segura, ninguna cantidad de me gusta o comentarios pueden condenarme.
Te quiero, Pablo. Y te quiero bien, por encima de todas las cosas. Por encima de lo que sea que puedas decidir. Y quiero más que nada en este mundo, que seas feliz. (eso me incluya, o no). Fuerza, amor! que falta la última etapa y no tenes que caer. Te envío mi luz, como siempre. Vence tus miedos.
Yo no tengo fotos lindas juntos. Ni soy tan valiente como para ponértelo en el muro de facebook y que todo el mundo lo lea. Podría hasta decir que no lo hago público porque no necesito que nadie sepa todo lo que me pasa a mi adentro pero... pero sería mentira. Yo si quiero que alguien sepa todo lo que me pasa adentro, y ese alguien sos vos. Y no sé si algún día vas a llegar a leer esto, pero supongo que me lo tengo que sacar de adentro.
Tampoco tengo historia larga que nos una. Casi no tenemos recuerdos en común, y nos conocemos un poquito, asi como por arriba. No conozco a tus amigos, o solo a unos pocos. Conocí a tu familia bajo estas circunstancias (y no son las que me gustarían).
Nunca fuimos al cine por ejemplo. Y nunca terminamos de ver esa serie que me hiciste prometer que iba a ver solo con vos. Que dicho de paso, no miré. Y me estoy muriendo de intriga.
Yo no puedo asegurar cuanto me queres ni las demostraciones de amor que tuviste para conmigo, porque no tuvieron tiempo de existir siquiera.
Por eso te escribo acá, donde pocos lo leen: porque lo único que tengo es lo que yo siento.
Muchos (por no decir casi todos) no pueden entender como fue que hice para actuar como actué. Me lo dicen casi envidiando mi accionar, y sintiendo que ellos nunca hubieran podido.
A todos les contesto que ni yo se lo que hice en estos seis meses. Solo me deje llevar por lo que tenia ganas, por lo que sentía que quería hacer. Y quería verte. Así que iba a la clínica. Y después quería verte otra vez, entonces iba al FLENI. Sin sentirme obligada. Sin hacerlo esperando que algún día me devolvieras algo. Yo solo lo hice porque yo lo sentía así. Respondiendo a lo que me hacía bien.
Vos. Eso era lo que me hacía (y hace) bien. Verte sonreír, progresar, avanzar en tan poco tiempo y con tantas ganas. Ver en vos ganas de seguir.
Escribo porque en realidad quiero dejarte en claro (si alguna vez lees esto), que no me debes nada, que lo hice por puro amor que te tengo. Que lo hice por mí, y no por vos. Y que lo único que me mantuvo en pie este tiempo fue el querer verte ser feliz otra vez.
Por eso escribo, porque si intentara decirlo solo lloraría como una idiota. Porque a mi, y aunque no parezca, la mayoría de las cosas me hacen llorar.
Escribo porque en realidad, me importa una mierda quien lo lee. Porque acá, en mi blog, en mi lugar, en donde yo me siento segura, ninguna cantidad de me gusta o comentarios pueden condenarme.
Te quiero, Pablo. Y te quiero bien, por encima de todas las cosas. Por encima de lo que sea que puedas decidir. Y quiero más que nada en este mundo, que seas feliz. (eso me incluya, o no). Fuerza, amor! que falta la última etapa y no tenes que caer. Te envío mi luz, como siempre. Vence tus miedos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)