¡Hoy y siempre gracias yo te doy a ti, mi amor, por existir! 
  
   Pensé que iba a afectarme mucho más. Que me iba a caer otra vez, y que todo lo construido se iba a derrumbar dejandome otra vez en el principio, con el corazón roto y mil lagrimas por llorar. Pero aca estoy: de pie, y con los ojos secos y brillantes. Recuperé todo eso que hace un año habia perdido y estoy ¡tan bien!. Tengo mis ganas de vivir intactas y sonrio sin razón. Ya no me deprimen canciones, ni lugares, ni olores que traigan consigo recuerdos. ¿Estaré curada? Supongo que no, que todavia me debe quedar alguna resaca por afrontar. Una que aparezca y me maree, que me alborote una vez mas el mundo, para no dejarme olvidar que mi paz y mi bienestar son solo merito mio, y que debo cuidarlos.

(y apesar de ser mi merito, agradezco su existencia que no me deja caer. Scott)