miércoles, 24 de abril de 2019

Lo que se ve en tus ojos

A veces me pregunto, ¿seré yo? ¿Seré sólo yo o vos también? ¿me odias? ¿Me stalckeas? ¿Te importa lo que hago?
  ¿Porqué te odio? ¿te odio? A veces creo que sólo siento lástima y pena. Otras me acuerdo de muchas de las cosas que hiciste y un poco de bronca me alcanza. Pero no, no te odio. Si tengo que ser sincera me pareces una pobre piba, desesperada por un poco de atención. Alguien que por más que quiera no sabe como no dañar, como ser buena persona. Capaz que ni siquiera es tu culpa y sos así por el pasado que llevas a cuestas, que se yo. Todos tenemos un pasado, algunos más complicados que otros, pero pasado al fín. Todos alguna vez pasamos por cosas que nos dejaron marca y cargamos en la espalda sin querer hacerlo. Pero dentro de ese caos que cada uno es, lo que me parece importante es lo que queda. Lo que se elije conscientemente.
  Me cuesta creer que vos elijas el dolor. Por que parece que eso te empecinas en causar: dolor. Antes, ahora, ¿en un futuro? no sé. Pero yo pienso mucho. En mí, en lo que doy, en lo que causo, en lo que quiero ser. Pienso mucho por naturaleza y porque creo que es la manera que encuentro para mejorar como persona. Y no creo haber hecho algo para ser el blanco de tus maldades, sigo sin entender porqué lo haces. O no, en realidad si sé, queremos lo mismo y eso inevitablemente parece convertirnos en enemigas. Pero aún así, ¿porqué lastimar? A mí que no te hice nada y peor, a la persona que querés. ¿La querés o es sólo un capricho? Creo que deberías pensar. Quizá así te des cuenta que a veces querer a alguien significa dejar que elija por su propia felicidad, aunque eso no te incluya. A mi me pasó, y por experiencia sé que se necesita muchísimo amor para dejar ir a alguien. Quizá eso es lo que te falta y siempre te faltó... amor.
  Tengo 23 años y un camino corto recorrido, pero con algunas batallas ya ganadas te digo que abandones tu posición de maldad. Lastimar no te va a hacer más feliz, ni siquiera aunque consigas lo que buscás. Porque a veces el camino es más importante que la meta y si no lo haces con el mayor amor, no va a servir de nada. O quizá si, quizá sólo sirva para aprender de los errores.
  No, no te odio. Solo me da mucha pena y angustia que alguien guarde tanto odio y tanto rencor adentro. Y que sea capaz de trasmitir sólo eso con la mirada.
 No te odio, y aunque a veces me gustaría ayudarte a salir del lugar horrible en el que te colocás hoy sé, despues de pensarlo mucho, que en ciertas cosas es mejor no involucrarse. Y que sólo se puede ayudar a quien quiere ser ayudado.
Desde el mayor amor te digo esta guerra se termina acá. No quiero ser tu enemiga.